Encarnando a Nick Fowler, Sebastian Stan, a horas nada más de estrenar la biopic «Pam y Tommy», en la que encarna a Tommy Lee, y de ser parte de Sundance con «Fresh», junto a Daisy Edgard-Jones, estrenó en nuestro país «Agentes 355», de Simon Kingberg, la película de intriga y espionaje internacional en la que Jessica Chastain, Diane Krueger, Lupita Nyong’o, Penélope Cruz y Bingbing Fan, deberán proteger al mundo de un grupo de mercenarios.
Stan será el mejor amigo del personaje de Chastain y ocasional agente de la CIA, comprometido pero que oculta sus sentimientos por ella causando complicaciones en su última misión. Haciendo Cine dialogó con Stan para saber detalles de esta producción rodada en varias locaciones del planeta y que pone a la mujer en el centro de la escena.
¿Cómo te involucraste con la película?
Definitivamente las semillas de mi involucramiento con esta película fueron plantadas en Misión Rescate (The Martian). Tuve una excelente experiencia en esa película y pude conocer a Jessica y trabajar con ella. Siempre fui un gran fan de su trabajo, y del de Simon, crecí con sus películas de la saga X-Men (que él guionó). Me llamó Jessica diciendo que tenía una película sobre la que estaba muy entusiasmada y que había un papel que quería que yo revisara. Esto fue a comienzos del 2019. Luego nos juntamos los tres y almorzamos juntos. Leí el guion y fue como “esta es una increíble oportunidad de trabajar con algunos de mis actores favoritos de todos los tiempos, ¿cómo lo hacemos posible?” Entonces hablamos sobre el personaje y una cosa llevó a la otra.
¿Quién es Nick y cómo encaja en la historia?
Nick y Mace (interpretada por Chastain) son espías que trabajan para la CIA y son muy buenos en lo que hacen. Operan como agentes encubiertos, van a misiones, adoptan identidades falsas, hablan muchos idiomas y en definitiva son actores porque van interpretando distintos personajes.
¿Tuviste muchos aportes que te ayudaron a construir el personaje de Nick?
Estábamos funcionando como una suerte de película independiente, filmando en varios puentes famosos de Paris. Fue definitivamente un momento de esos que debes pellizcarte para confirmar que no estás soñando. Nunca había hecho una escena de acción con Jessica (Chastain), Diane Kruger y Édgar Ramírez antes, y filmamos en las más hermosas locaciones de París, la ciudad más hermosa del mundo. Hubo momentos en los que pensé, “esto no es real, debe ser una pantalla verde o algo similar…” Pero una de las cosas que más me gustó, además de trabajar con Simon y Jessica como productora también, fue que realmente querían que fuéramos e hiciéramos esas escenas lo más nuestras posible. Habíamos leído detenidamente el guion y lo habíamos discutido juntos en una mesa para soltar ideas que hicieran que la película fuera lo más auténtica y personal posible. Y cuando vas a trabajar, y miras en la mesa y a tu alrededor tienes a Lupita, Penélope Cruz…Esta gente es como surreal. Es muy divertido y es una lección de actuación también además de una gran experiencia.
¿Cómo fue trabajar con ese grupo cuando comenzaron las grabaciones?
Fue un proceso extremadamente generoso. Como actor, pero también como persona. Para mí en mis comienzos, cuando era más joven, adopté este principio que se trata en gran medida de la compañía que uno mantiene. Y es algo que me gusta en el trabajo y en la vida. Siempre he tratado de rodearme de personas que admiro o que pienso que son más experimentados o sabios que yo, porque eso me motiva de formas que nunca había visto antes. He sido lo suficientemente suertudo de poder hacer esto en mis películas, trabajando con mujeres fuertes en cada una de ellas: Nicole Kidman, Juliane Moore y Margot Robbie son solo algunos ejemplos. Siento que estoy en casa así, estando en buena compañía. Y es así, cuando estás al lado de este tipo de actores, es inevitable mejorar. Siempre estarás desafiado de la mejor manera y eso es lo que usualmente trato de buscar.
¿Disfrutaste trabajando con Simon como director?
Es lindo cuando el director es escritor también porque entiende el guion. Simon, para mí, escribió la película con la intención de encontrar actores muy específicos y permaneciendo flexible a las ideas que tengan esos actores. Se sintió como si nos diera esas partes, o como si me entregara esa potestad para luego poder ver si esa era la forma más realista de realizarla. Hubo discusiones continuas durante la filmación y antes, sobre ajustar escenas de forma apropiada ya que cada persona es diferente y tiene procesos diferentes.
Creo que el proceso de Simon, por lo que he sido testigo, es uno de los más flexibles y fluidos hacia donde la historia y los personajes quieren ir. Se necesita mucha confianza, y obviamente la habilidad de ser flexible como escritor y director, porque muchas veces puedes estar encerrado en lo que ves. También hay grandes artistas detrás, así funciona, y tienes que respetar eso. Pero, desde el punto de vista de Simon, él fue muy acogedor siempre diciendo “ok, ahora estamos acá, ¿qué tienes para aportar?”. Entonces, así, se sentía un ida y vuelta.
Tenes algo de experiencia como doble de riesgo. ¿Eso te hizo el trabajo más fácil?
Sí, siempre es más fácil cuando has tenido esa experiencia, pero esta vez fue diferente. Algunas veces, por ejemplo, con Marvel, hemos tenido un equipo similar en todas las películas o estás haciendo escenas de acción con actores con los que has trabajado antes. Y la confianza entre esas dos personas ya está establecida. De lo contrario, te adentrarás en algo y tendrás que descubrirlo de nuevo, porque se trata de tu compañero. Obviamente Jessica y yo tuvimos varios dobles y en eso también tuvo que ver la confianza y establecer una coreografía entre nosotros y sentir algo como “ok, cuántas veces podemos hacer esto de forma tal que parezca orgánico y natural”. Pero fue una oportunidad increíble, porque tuvimos un equipo de doblas magnífico y todo lo que ven, obviamente cada personaje tiene un estilo de lucha distinto y está bueno que exista esa especificidad, es muy práctico en cierto sentido. No siento que los dobles aquí estuvieran tratando de robar el momento: es todo muy estilo Bourne, y así lo pienso en general y en términos prácticos y lógicos de qué le pasa en esos momentos a esa gente. Y me encanta, porque como público cuando voy a ver una película, cuando algo parece muy coreografiado me desconecta de la película.