Una de las grandes novedades de la semana pasada fue la coproducción vasca/argentina/frnacesa «Akelarre», de Pablo Agüero, producción rodada en escenarios naturales del país vasco, con un elenco de jóvenes actrices, Amaia Abesturri, Yune Nogueiras, Lorea Ibarra, entre otras. Los acompañan dos experimentados actores: Alex Brendemühl («Wakolda») y Daniel Fanego, actor recurrente en la obra del director de «Eva no Duerme».
Con Agüero y Fanego dialogamos sobre esta producción que se estrenó de tres maneras distintas: presencial en la pantalla del Gaumont y otros espacios INCAA, a través de Cine.ar TV y PLAY, y por streaming en la mgaplataforma Netflix.
“En la biblioteca personal de un viejo masón francés descubrí “La bruja”, de Michelet, un libro del siglo XIX que fue prohibido durante 50 años porque reivindica a la figura de la supuesta “bruja” como símbolo revolucionario. El espíritu subversivo de Michelet me dio la fuerza de luchar 10 años para concretar esta película. Investigando, encontré el « Retablo de los malos ángeles y demonios », publicado en 1610, donde el juez Pierre Rosteguy De Lancre cuenta él mismo su experiencia de caza de brujas en el país vasco”, cuenta Agüero sobre el origen de la propuesta.
El elenco, predominantemente femenino, es indispensable en la hipnotizante propuesta, en especial su protagonista, Amaia Abesturri. “Vimos más de 900 candidatas bilingües castellano – euskera. Muchas pasaron hasta cuatro pruebas, hasta formar el grupo de seis protagonistas. Luego fueron meses de entrenamiento en canto, danza y actuación. En el rol del juez, como en muchos otros aspectos de Akelarre, buscaba salir de los clichés de las películas de época. Por eso pensé en Àlex Brendemühl, un actor sutil y moderno, inclasificable, con una carrera vasta y ecléctica”, agrega sobre el proceso de selección de las protagonistas.
La película, una coproducción con el país vasco, tiene un porcentaje importante de su duración hablado en el idioma euskera. “Existen siete euskeras diferentes, que se hablan en 7 regiones. Cada una de las actrices hablaba un euskera diferente. Existe también un euskera unificado, creado en el siglo XX, y muchos dialectos, algunos para hablar en familia, otros solo entre varones o solo entre mujeres… Fue un trabajo inmenso de adaptación y de ensayos para encontrar el tono justo, que llegue a sonar natural”, suma sobre el lenguaje utilizado.
Dentro de un elenco multicultural, se encuentra el argentino Daniel Fanego, que trabaja con Agüero por tercera vez. “Esta es la tercera película que hacemos juntos. Yo había visto su maravillo corto Primera Nieve, y después me llama para su ópera prima, Salamandra. Años más tarde me convoca para hacer el papel de Aramburu en Eva no duerme, una película con unas escenas preciosas, que me dio mucha alegría verla, y la cantidad de premios y nominaciones que tuvo. Y ahora llegó Akelarre donde encarno un personaje en el siglo de oro”, dice Fanego sobre volver a trabajar con Agüero y en esta historia. “Fue muy particular lo que pasó, porque primero Pablo me había llamado para hacer de Pierre de Lancre. Y encontramos que era peligroso porque mi voz española no es tan precisa y concreta y esa dificultad podía de alguna manera afectar a la actuación. Luego me dijo que lo iba a hacer Alex y me ofrece al secretario y un poco lo escribe para mí, y se convierte al calor del rodaje, porque era muy pequeño el personaje. Me interesaba volver a trabajar con Pablo, en ese momento y con la necesidad de hablar en otro idioma”, suma.
“Habla de la historia de la humanidad, y una de las cosas que trata de hacer Pablo es que en medio de toda la oscuridad de estos inquisidores que llegan al país vasco, y se encuentran con esta luminosidad de estas chicas, algo que resuena aun hoy en medio de esta revolución femenina que es importante para la humanidad. Es un hecho concreto la revolución femenina”, culmina.