Basada en la novela homónima de Martín Kohan, este jueves llega a los cines la intensa e hipnótica Bahía Blanca, dirigida por el debutante en ficción Rodrigo Caprotti y protagonizada por Guillermo Pfening y un elenco que incluye a Elisa Carricajo, Javier Drolas, Ailín Salas y Marcelo Subiotto, entre otros.
Pfening es Mario, un docente universitario a quien le autorizan un viaje a la ciudad que da nombre al film para realizar una investigación sobre Ezequiel Martínez Estrada, pero que en realidad es su posibilidad de escape del pasado. En el lugar se topará con un viejo conocido (Drolas) y a partir de ahí todo cambia. El guion, de Caprotti, Bárbara Scotto y Nicolás Allegro funciona y para saber más detalles de la propuesta hablamos con director y protagonista.
“Me pone muy contento que se estrene Bahía Blanca, porque además a nivel personal me da mucha emoción, la filmamos en 2018 y con mi hermano Caíto fuimos productores asociados, es una película que siempre quise hacer, la novela me había gustado mucho y cuando supe que se iba a hacer puse mi energía para estar ahí porque me interesa mucho el autor y conocerlo a Rodrigo Caprotti, a partir de este proyecto, que es uno de los directores que más me gusta, hay un gran director ahí. Vuelvo para el estreno”, cuenta a Haciendo Cine Pfening desde España, en donde rueda la segunda temporada de Bienvenidos a Edén, el éxito de Netflix.
“Va a tener un estreno módico en el Gaumont, pero para mí es una película buenísima, que te ataca al sistema nervioso central, tiene algo de mucha fuerza, hay escenas muy bien logradas, escenas de varias páginas, de diálogos, hicimos un trabajo muy lindo con Javier Drolás y Elisa Carricajo, dos grandes intérpretes y estoy muy contento que se pueda estrenar, agrega sobre la llegada a las salas de la película».
“Venimos hace tiempo con el proyecto, así que estamos muy emocionados por llegar a las salas, aunque sabemos que no es el mejor momento, es algo que ya la pandemia modificó y de hecho íbamos a salir antes de eso, después de BAFICI y no pudimos, así que estrenando como podemos, básicamente”, cuenta Caprotti sobre sus expectativas ante la llegada al cine del proyecto.
“Adaptamos con Bárbara Scotto y Nicolás Allegro, y se sentía respeto por la novela desde un primer momento, y tratamos de adaptarla al lenguaje cinematográfico, Martín acompañó, no se involucró en la escritura, pero hizo un seguimiento, principalmente porque él creo los personajes y había que tener en claro sus motivaciones para poder desarrollar la adaptación y parte del proceso creativo del rodaje, fue muy importante su participación, porque además Martín es una persona muy accesible”, suma el director sobre la responsabilidad ante la adaptación de la novela.
“Filmar en el interior siempre es particular y encontrás gente que quiere acompañar. Todas las locaciones de Bahía Blanca son gracias al apoyo de la ciudad, así que dificultades fueron muy pocas las que encontramos. Con respecto al tono, además sumaría el tono de actuación, que lo terminamos de encontrar en el rodaje, como también la fotografía y la luz. Teníamos algunas ideas de arriesgarnos a utilizar una paleta de colores primarias para llegar a un torno artificial, para que no haya naturalismos”, termina sobre rodar en la ciudad donde nació.