Protagonizada por Sofía Gala y Nieves Villalba, «Cadáver Exquisito» marca el debut en la ficción de Lucía Vassallo, imaginando un universo de pulsiones latentes para contar la historia de Clara (Gala) que tras encontrar a su novia Blanca (Villalba) sin signos vitales en una bañera comenzará a rearmar el pasado de ésta.
Una propuesta con una dirección diferente, que encuentra en el cine de género la posibilidad para construir su original narrativa, una de las más originales e inteligentes propuestas del último cine nacional.
“Es una idea que tuve hace bastante años y cuando comencé a escribir con Sebastián Cortés, el coguionista, fue mutando. Al principio eran hermanas, estaba la idea del coma, que no se podía acceder a esa persona y otra comenzaba a meterse en su vida, como reconstruyendo la vida de esa persona que no puede hablar y que no está ni viva ni muerta. Siempre estuvo la idea de la reconstrucción del “cadáver exquisito” de la otra persona, metiéndose también en la vida privada: en la casa, teléfono, computadora, cajones”, cuenta Vassallo a Haciendo Cine sobre el origen del proyecto.
Sobre la elección de Sofía Gala y Nieves Villalba para los difíciles protagónicos, la realizadora comenta: “Soy amiga de Sofía y le había dado para leer las primeras versiones del guion. Ella quería participar de la película, pero luego el proyecto fue mutando, porque al principio no había una chica albina, por lo fantasmagórico de la condición. Pero en un momento se comenzó a complicar encontrar a una actriz de estas características. Trabajamos con Mónica Lairana donde tratamos de transformarla en albina, pero fue imposible. Ahí debía tomar decisiones, que afectarían por completo a la película. Pero después apareció Nieves, y nos reíamos que hasta la piel de Sofía era más blanca que la de Nieves. Ellas comenzaron a conocerse, se fue armando todo meses antes del rodaje. Lorena Vega me ayudó mucho, además de actuar, a couchear a Nieves, que es la primera vez en su vida que pisaba un set”, finaliza.
“Creo que tiene que ver con que llega a un extremo en cuanto a sus emociones y emocionalidad, al extremo del control, de los celos y cambia. Empieza la película relajada y termina alienándose. La forma de amar que ella tiene, que es la que nos enseñaron a todos, y es una forma peligrosa, porque acá está llevada al extremo, como no sé, en películas como Mujer soltera busca o Atracción Fatal, que muestran los extremos de una relación, y de lo que te producen determinadas emociones y personas, que te sacan de vos mismo y te llevan a hacer cosas que no harías. Es un lugar un poco común en lo que creemos que es el amor”, cuenta Gala Castiglione sobre aquello que más le gustó de interpretar en la película.
Sobre si ella misma se ha sentido en el lugar de su personaje, Gala admite: “Hemos estado en miles de situaciones como en las que esta Clara hasta que todo se pudre. Ella se deja llevar por la toxicidad y se pierde en el control y en la desesperación. Me parecía muy interesante atravesar todo esto porque yo tuve esos sentimientos y me puedo acercar a Clara en un montón de cosas, como todos, porque yo de un tiempo hacia acá intento muy a conciencia cambiar y mejorar mis manejos y puntos de vista sobre lo que el amor representa y desprogramarme y que todas esas cosas que no vienen conmigo estén fuera”, sigue.
El descubrimiento de la película es la presencia magnética de Nieves Villalba, quien cuenta sobre su llegada al proyecto: «Lucía escribió un guion con una albina como coprotagonista, pensando que iba a encontrarse con todo un grupo de actrices albinas en Argentina para elegir. Cuando se dio cuenta que no iba a ser así, entonces se puso a buscar por todo el país a la actriz. Yo había participado del proyecto “Albinos, ser diferente”, de Jorge Mónaco, vio las fotos en la página de él, le pidió mi contacto y me llamó y me dijo si quería participar del casting. A mí siempre me gustó la actuación. No tuve la oportunidad de estudiar, vine de Paraguay y al llegar tampoco tuve la oportunidad”.
Sobre el proceso de rodaje, Villalba recuerda: «Fue todo tan placentero que fue un sueño. Con Lorena Vega tuve clases intensivas de teatro y me ayudó a crear el personaje. Ella es una divina, lo mismo Sofía. Todo el proceso fue hermoso. Tenía mis miedos o nervios, de dudas, de cómo sería, pero me sentí parte del grupo, no fue nunca la “primera vez”. No me hicieron sentir como la nueva, estaba en el lugar que tenía que estar”, termina.