Se estrenó en Amazon Prime Video la película nacional «Causalidad», que cuenta con la particularidad de estar contada en tiempo real y rodada en un plano secuencia. Con dirección de WHO y protagonizada por Juana Viale, Laura Novoa, Pablo Mónaco, Fabián Arenillas, Esteban Bigliardi y María Soldi, entre otros, «Causalidad» se saltó el estreno en cines para pasar directo en un lanzamiento internacional a través de la plataforma Prime Video, que la destacó como uno de sus estrenos más importantes del mes.
Sin embargo, un selecto público pudo ver la película en pantalla grande al pre-estrenarse en el 36° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, realizado a fines de noviembre. La historia del thriller se centra en Claudia (Viale), quien se presenta a una cita en un bar para conocer a Luis, que la contactó a través de Tinder. Pero ella no se imagina lo que el destino le tiene preparado: un secuestro que termina con una muerte inevitable.
Para saber más de este proyecto, Haciendo Cine habló con sus protagonistas, Juana Viale y Laura Novoa.
Te llega la propuesta de WHO, este ballet, esta coreografía del plano secuencia. ¿Qué fue lo primero que pensaste al leer el guion?
Juana Viale: Cuando uno leía el guion, era imposible imaginar la realización de un plano secuencia, y Who, con su cabeza, creatividad, vuelo, elocuencia, ya sabía que iba a poder ser realizable. Todo fue bastante complejo: para los actores, para los productores. Pero se logró confiando en WHO, ensayando mucho porque, como decís, es un ballet, una obra de teatro con muchas escenografías in situ. Fue un laburo enorme también con Fede, quien manejaba la cámara, la cual es también protagonista, y que va llevando el hilo conector de todos los personajes de la historia. Fue un desarrollo y un desafío gigante, pero muy lindo, muy tentador. Desde las primeras reuniones hasta el repaso del guion y las preguntas que te surgen y ver que todo los días hay una luz, una posibilidad, en cuanto a lo técnico, es algo que te emociona. Y después en cuanto a la construcción del personaje ya desde lo psicológico fue muy lindo, un desafío enorme.
Antes hablabas que cada día había una luz, y cada día rodaban una película porque se hacía en la “hora mágica”. ¿Cómo era volver al día siguiente para encarnar a Claudia del principio al final de nuevo? ¿Es como el teatro?
Juana Viale: Es 100 por ciento teatro mezclado con la tecnología o la técnica del cine: es la fusión del teatro y el cine. Porque al otro día era como hacer una segunda película. Todos los días intentábamos hacer dos películas. Como era un plano secuencia, no todos los días pudimos hacer dos películas completas por día, pero varias veces sí. Y el segundo intento por día (la segunda toma, digamos) era el que a mí más me costaba físicamente, por el desgaste físico y emocional terminaba agotada. Porque más allá que el personaje aparece en determinados momentos, la intensidad se mantenía fuera de la cámara. Por eso fue un desafío como persona y como actriz, y todos los días era volver a armarlo, con una energía distinta, en un set que era un hospital real, que no está funcionando, pero que tiene su energía ahí. Luchaba para que no me atrape esa fuerza que tiene un hospital en sí y poder contar de la manera más compacta y concreta la historia.
¿Cómo fue rodar todos los días la misma película?
Laura Novoa: Para mí un placer, porque soy un bicho de teatro. Me alucina el cine, tuve un momento en el que hice mucho cine, es algo que me gustaría hacer más, pero mi rutina tiene más que ver con lo teatral. Quisiera participar en más películas independientes, apostando a directores nuevos, algo que sí siento transito en teatro. Pero acá se unían dos amores: el teatro y lo técnico del cine. En el cine hay otro color de actuación, es más introspectivo. Y esto de hacer todas las noches la misma película, es lo mejor. Yo siento que no mecanizo en la sucesión de pasadas, y en el cine no se da esto de ensayar tanto. Sólo lo pude hacer cuando rodé «La Nube», con Pino Solanas, con la que fui a Venecia. Él tenía una técnica con la que nos hacía ensayar, pero después nos hacía pasar la escena y después armaba la puesta. Eran larguísimas las jornadas, nos tiraba en el galpón, lo recorríamos, el hijo armaba la puesta de luz y después filmábamos.
Pero acá no, debías esperar el momento en el que llegara la cámara…
Laura Novoa: En realidad yo llevaba más la cámara que ella a mí. Yo bailo tango y era muy parecido a eso. Por momentos yo la llevaba, y por momentos ella me llevaba, teníamos que tener una danza con el director y Fede Rivares (el operador de cámara). Era un baile espectacular, y lo que pasó, que no es común en el cine, y sí en teatro, fue que se arma un vínculo en el que nadie está bien solo, es un trabajo en equipo. Y acá fue así, estábamos todo el tiempo juntos. Mi personaje en especial, que es como la guía del relato, tiene contacto con todos los actores. Porque de alguna manera llevo la película, esta búsqueda sorora o empática de una Jefa de Hospital Público, que por equis razones busca a una mujer de la que le llama la atención la manera en la que se va del lugar y a partir de eso se revela todo este thriller que está muy bueno.
Y que finalmente llegó a Amazon y se completará con la mirada del público…
Juana Viale: Me gustaría que se conecten con la historia, que pasa en tiempo real, pero tiene un desarrollo en el que se trabajó por casi una década. Es interesante transitar esa historia, dejándose llevar sin pensar en donde se cortó el plano. Si uno se deja llevar por la mirada de la cámara, que es el protagonista omnisciente, te metés en la historia, poder caminar con la cámara, seguir el recorrido. No se cortó nada, tenemos una película hecha en plano secuencia en Argentina.