Crítica «Fragmentos de una Mujer»: La herida en el cuerpo

Pese a un comienzo brillante, el filme de Netflix deambula entre la subestimación del espectador y el trazado estereotipado de algunos personajes

El primer film hablado en inglés de Kornél Mundruczó, producido por Martin Scorsese, llamó la atención de la cinefilia mundial cuando su protagonista, Vanessa Kirby, ganó en el último Festival de Cine de Venecia el premio a la mejor interpretación femenina. Sin embargo, la película en su conjunto deambula entre la subestimación del espectador y el trazado estereotipado de algunos personajes.

«Fragmentos de una Mujer» comienza de una manera impactante. Manipula al espectador y lo sumerge en un momento vívido y tan real como la experiencia cinematográfica permite serlo. Tenso, con el nervio en el lente de la cámara. Un ejercicio brillante de dirección y acompañamiento que presupone un posterior tránsito de iguales características.

Pero es sólo eso. Una lograda secuencia inicial que luego no se condice con el devenir narrativo y la progresión dramática, aflatando el conflicto central y perdiendo la oportunidad de convertir ese preámbulo de pesadilla para los protagonistas, y sus vínculos, en mucho más que sólo un gran comienzo.

La película se centra en Martha Carson, una mujer proveniente de una clase acomodada (Kirby) casada con un hombre que, en apariencia, no está a la altura de las consecuencias. Es el material con el que el guion de la historia avanzará de una manera errática, reposando en aspectos negativos de la madre de la protagonista, las decisiones impulsivas de su marido, y un entorno que atenta con la cordura y sanación del personaje central.

Decidida a ir a por sus anhelos, con la herida aún reciente en su cuerpo, pero con la fuerza de dejar en el pasado lo acontecido (aunque sepa que eso será una tarea imposible), Martha recalcula sobre sus pasos y se alza como uno de los personajes femeninos más valientes y decididos del último cine internacional.

Pero Mundruczó pierde la oportunidad de profundizar en el disparador del relato, en tratar de comprender verdaderamente la naturaleza del conflicto que se enuncia como gran novedad en materia temática. Tras ese gran inicio comienza a caer en lugares comunes de películas que analizaron el llamado “síndrome del nido vacío” y hasta elucubra escenas horrorosas como cuando en una vieja cámara aparece un negativo con un registro del fatídico comienzo de todo.

El elenco, encabezado por una brillante Vanessa Kirby, y un sólido Shia LaBeouf, con una participación estelar y única de Ellen Burstyn, son lo único válido en una propuesta que lamentablemente termina por juzgar a los personajes, perdiendo la oportunidad de depositar esto en el espectador, repartiendo así la moralidad entre algunas escenas en las que el dinero intenta comprar la honorabilidad de algunos, y la disolución de un plan de venganza con un cierre en el estrado de un tribunal, en donde los fragmentos de la película terminan por desmoronarse como un castillo de naipes.

Este es el trailer de «Fragmentos de una Mujer»:

 

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