“Después del Recreo”: Mariano Laguyas presenta su nueva película marplatense

La comedia romántica, producida con elenco y técnicos en su mayoría marplatenses, se estrena en el Gaumont y en salas comerciales esta semana.

La tercera película del director, guionista y productor cinematográfico Mariano Laguyas («Chau», «El tiempo compartido»), es una historia de amor y desamor que además pone en el centro la vocación y la profesión en el marco de una Mar del Plata alejada del glamour de los festivales, con el eje en la cotidianeidad y el universo detrás de las eternas postales veraniegas.

Protagonizada por Karina Levine, Claudio Lago, Alejandra Borges, y Santiago Caamaño en participación especial, cuenta con una clara impronta marplatense: además de haberse filmado enteramente en locaciones de la ciudad, el grueso de los actores y equipo técnico son de la ciudad.

“Después del Recreo” es la segunda producción marplatense en filmarse de manera industrial con apoyo del INCAA (siendo la primera, “El Tiempo Compartido”, el título anterior dirigido por Laguyas) y para saber más detalles hablamos con el director.

¿Cómo surge este nuevo proyecto?

El proyecto nació, después de mucho tiempo de desarrollo en notas y fragmentos, porque hace bastantes años que convivo con las crisis y preguntas propias del fin del ciclo laboral. Me interesaba tratar esa temática de un modo entretenido, sin solemnidades. Quería jugar, involucrar al espectador contando el pasado y las emociones de la protagonista sin necesidad de recurrir al flashback u otras herramientas narrativas que son más usadas. Te diría que lo que más me interesa de las historias es su estructura, y el hecho de que Elena fuera ex profe de Letras fue ideal para que pudiera valerme de las referencias a diferentes géneros textuales.

¿Cómo seleccionaste a los protagonistas?

Karina Levine es una artista muy completa, muy compleja, que desde hace más veinte años está radicada en Mar del Plata. Había actuado en algunos cortometrajes y en sus video clips, porque es cantante, pero su experiencia fuerte estaba en el musical y en el manejo del escenario. Estuvo en el elenco original de “Drácula”, con el personaje de la Condesa (y ahora volvió a interpretarla). También fue la cantante en la gira europea del Valet Argentino. Sus shows de tango son muy especiales porque, además de ser una gran intérprete de las letras, tiene una conexión súper fluida con el público. Hay algo de stand up y de espontaneidad en sus presentaciones que me llamó la atención desde siempre. Solamente faltaba que volcara todo su talento en el código de la actuación ante cámara. Para ella fue un desafío, pero teníamos mucha confianza en que iba a hacerlo excelente y así fue. Creo que va a ser una revelación. Respecto a Claudio Lago, que fue uno de los protagonistas de “Chau”, mi primer largometraje, fue un placer volver a trabajar juntos, lo teníamos pendiente desde entonces. Es un excelente comediante y es ideal para el cine porque es súper medido y económico, con dos gestos tiene la capacidad de comunicar muchísimo más que con mil palabras. Todo el elenco es marplatense y tiene un recorrido en el ámbito teatral de la ciudad que hizo que fuera muy placentero trabajar juntos.

¿Qué es lo más difícil de seguir eligiendo Mar del Plata como lugar de rodaje?

Me siento muy afortunado porque Mar del Plata no es solamente el lugar donde transcurren los rodajes, sino la ciudad que disfruto a diario. Me encanta estar cumpliendo el sueño de poder hacer cine con apoyo del INCAA desde acá. Finalmente. Es súper estimulante saber que Mar del Plata sigue siendo una ciudad con mil espacios y mil ámbitos que no fueron tratados en el cine, que tiene a los técnicos y la artística necesaria para hacer mis películas. Respecto a las dificultades, en los últimos años el INCAA venía desarrollando el acceso por medios digitales, por INCAA en Línea, mail, teléfono, pero como consecuencia de la pandemia casi todas las tramitaciones pueden hacerse desde la compu o el teléfono. Siento que difícil era antes, hace unos años, cuando sí o sí tenía que viajar a Buenos Aires entre semana y recorrer cada piso del INCAA tratando de informarme, o molestar a un amigo para que presente una nota simple, que además antes yo le había tenido que enviar por correo postal, y todo así.

La película habla de un momento específico en la vida de los protagonistas, que curiosamente, son mayores a vos. ¿Por qué decidiste contar esta historia?

Es con lo que convivo a diario. Hace más de quince años que trabajo con personas que están transitando el fin de la vida laboral, que están jubilándose o próximas a jubilarse, y a la vez con muchas otras que, teniendo la edad, hacen todo lo posible por prolongar la vida laboral. Me interesa esa temática porque creo que desde lo emocional el fin de esa etapa es un momento crítico de la vida y a veces somos poco conscientes del fuerte significado que tiene dejar de tener la rutina del trabajo, la contención que dan los compañeros en el día a día. Mucho más si se trata de un trabajo donde está involucrada la vocación.

Segunda película “industrial” que cuenta con el apoyo del INCAA, en un momento tan particular como el que estamos viviendo. ¿Es necesario este tipo de apoyo para poder seguir narrando historias?

Yo creo que no quedan dudas de que es imprescindible el rol del Estado en el fomento y el impulso de la cultura. Soy egresado de la ENERC, además de venir de un secundario público, y estuve en la plaza del Congreso cuando en 1994 se sancionó la Ley de Cine. Que casi veinte años después pueda estar estrenando mi tercer largometraje hecho desde mi ciudad natal, finalmente, cuando antes era absolutamente impensado, se debe en una enorme medida a que existe un plan de Fomento, a que el INCAA es Autárquico, a que tiene un Consejo Federal, a que hubo Convocatorias Federales. Este año habrá que hacer un gran esfuerzo de comunicación para que los propios actores, y con el apoyo de toda la sociedad, impulsemos la derogación de la ley 17.432 que implica el desfinanciamiento del cine, el teatro y la música.

La película pone a la docencia, en el eje del relato. ¿Cómo es pensarlo y desde la perspectiva de una profesora jubilada?

Estoy rodeado de familiares y amigos docentes, algunos de ellos cerca del “retiro”. Creo que es una profesión, una vocación, muy especial. El vínculo emocional que se crea en el ámbito de la enseñanza/aprendizaje es tan fuerte que pasa el tiempo y no dejo de sorprenderme. Pueden haber pasado muchos o pocos años y un reencuentro casual, en la calle o en cualquier lugar, de un exprofesor y un exalumno es una inmediata actualización de ese vínculo, de esos momentos especiales que sucedieron en el aula y me resulta extraordinario. Y en la película está la pregunta, una vez jubilada: “¿Adónde va a parar toda esa pasión por acompañar?”. De eso quise que trate la película.

¿Expectativas con el estreno?

Quiero tener una buena semana, o más, en Mar del Plata y luego me gustaría que se vea en el llamado “interior” de Argentina. Desconozco qué tipo de repercusión puede tener en el exterior, pero en lo personal estoy convencido de que puede tener un excelente recorrido en las Salas Cine.ar y quizá lograr el reestreno en algún cine comercial de otra provincia.

Más artículos
¿Quién es esa chica?: Natasha Luna