Junto a Zeppelin Studios, Hernán Guerschuny, estrena un nuevo título en su carrera, el de showrunner. Guerschuny estrena su nuevo rol en nada menos que con la esperada «Días de Gallos», una mirada particular sobre el mundo del freestyle, pero también sobre la vida de jóvenes que la pelean y se abren paso en la Ciudad de Buenos Aires.
Haciendo Cine dialogó con el director para saber detalles de la propuesta que hoy llega a HBO MAX.
¿Cómo fue encontrar el tono exacto para lograr que el público de la serie sea amplio?
Este fue, sin dudas, el primer desafío al encarar una serie sobre freestyle: somos todos cuarentones y al meternos en ese universo particular, con reglas tan propias, un universo tan definido que genera tanta identidad, teníamos que ser muy fieles a ese universo. Teníamos que tener mucho rigor y responsabilidad, porque estábamos a un milímetro de que los haters nos liquiden. Pero por otro lado teníamos que crear un show amplio que, a través de HBO MAX, llegara a un púbico vasto de toda la región. En la prehistoria el proyecto iba a ser un documental, al que sumamos a periodistas específicos en la materia, como Juan Ortelli, que llegó a ser jurado en competencias. Pero después todo desencadenó en una ficción que la gente de HBO se vio muy interesada en que desarrollemos, teniendo en cuenta que cada elemento de la serie fue trabajado con mucha responsabilidad: cómo son las batallas, cómo se prepara una batalla, cómo es una competencia, cuál es el criterio del jurado, cómo es el entrenamiento. Después el director y el guionista interpretaron todo para llevarlo a la pantalla de una manera rigurosa. Volviendo a la pregunta fue el gran desafío y estamos todavía con la curiosidad de saber si lo hemos logrado.
¿Cómo fue la experiencia de trabajar para una plataforma?
Yo ya había trabajado para Netflix y mis experiencias son muy virtuosas, concentrándote en lo que más sabés, ya sea dirigir o el trabajo más creativo, sin la angustia de estar a cargo de no saber si la gente cobra o no a fin de mes, algo que te pasaba en el cine independiente. Ahí tenías libertad creativa, pero con esa angustia. Acá tener el respaldo es algo que agradezco: implica un diálogo con ellos, pero es muy rico.
¿Cómo pensaron la historia, tan local, para otros mercados?
Lo que hace universal a cualquier historia es que haya un cuento que sea interesante y lo hemos comprobado como espectadores cuando vemos historias de otros lugares: agradecés que haya elementos de su idiosincrasia. Acá no lo vimos como un limitante, sino todo lo contrario. Sí nos focalizamos en la narrativa y que las historias de los personajes fuera sólida y tuvieran un arco. La serie, finalmente, es un coming of age y esto requiere un desarrollo.
¿Pensaron desde el arranque en no llevar la televisión, su impronta, a la plataforma, y buscar una manera de narrar distinta?
Fue una decisión, en un momento como este donde debés decidir si grabás televisión o si grabás algo cinematográfico. Esto determina el equipo técnico, la cantidad de jornadas, la post producción, todo el proceso, cada elemento va a estar en línea con eso. Nosotros decidimos hacer algo cinematográfico, el equipo proviene de ahí. Estamos aprendiendo a hacer algo que está en el medio: no es cine, no es televisión, pero hay elementos de la propuesta que la vuelven cinematográfica. Además, como primer producto de la productora Zeppelin Studio, mi socio, Lucas, siempre va por más, como la incorporación de clips, que convirtió a la serie en algo más ambicioso dándole un upgrade interesante, y eso no responde a los modelos de optimización de la televisión.
¿Va haber una segunda temporada?
Aún no sabemos, esa es una pregunta más para la plataforma que para nosotros. Pero sí te puedo decir que en la productora están muy enamorados del proyecto.
Este es el trailer de «Días de Gallos»: