Reconocidas entidades profesionales de directores/as, guionistas y productores/as con una histórica participación en la defensa de la actividad audiovisual a nivel nacional, entre ellas DAC – Directores Argentinos Cinematográficos (www.dac.org.ar), APIMA Asociación de Productores Independientes de Medios Audiovisuales (www.apima.com.ar), PCI – Proyecto Cine Independiente (www.pcicine.com), ARGENTORES – Sociedad General de Autores de la Argentina (www.argentores.org.ar), con la colaboración de profesionales expertos en administración pública y extensa experiencia en la redacción de leyes, configuraron el Espacio Audiovisual Nacional para pensar e impulsar una nueva legislación que amplíe y potencie una Industria Audiovisual Nacional.
“Venimos pensando desde hace un tiempo las asociaciones que integramos el Espacio Audiovisual Nacional el cambio de paradigma, porque en audiovisual entra todo, el cine, las series, miniseries, e incluso los videojuegos, y venimos viendo que cada vez se pierde la posibilidad de llegar a nuestro público. Y con la Ley de cine actual, que es muy virtuosa, y fue modelo, que posibilitó el crecimiento desde 1994 hasta acá, pero tiene limitaciones, principalmente en el espacio de exhibición en plataformas”, mencionaba Martín Desalvo en Autopista del Sur, programa de Fernando Juan Lima.
“La Ley de Cine de 1994 está completamente desactualizada por lo que ha aportado la tecnología y todos los sistemas de producción, exhibición y distribución. Su aplicación no tiene validez y esto hace necesario todas las formas de exhibiciones y gravámenes nuevos con un ajuste a una realidad que ha cambiado en 26 años”, reflexionaba Juan José Jusid en Una Nueva Aventura con Any Ventura y Hugo Paredero.
La vigente Ley de Cine 17.741 debe adecuarse al contexto actual y contemplar todo el universo audiovisual. Este nuevo contexto requiere la ampliación de las regulaciones y gravámenes a todas las nuevas formas de exhibición de producciones audiovisuales. Corregir el viejo concepto de fomentar únicamente la producción, abarcando toda la cadena del proceso, desde el proyecto hasta su difusión. Recomponer al “Costo Medio”, de forma en que respete el espíritu con que fue creado, significando una verdadera referencia del costo de una producción audiovisual estándar.Modificar y clarificar los sistemas de ayudas consistentes en créditos y subsidios. Planificar anualmente la producción para la correcta utilización de los fondos de fomento.Descentralizar algunas de las funciones que el Incaa venía cumpliendo, y que fueron siendo desplazadas por nuevas reglamentaciones (CINAIN, Noticieros Cinematográficos, etcétera).
Estos son sólo algunos de los puntos a tener en cuenta en una nueva ley para dar solución a las necesidades de hoy y conferirle la precisa flexibilidad para responder a las contingencias del mañana.