Patrick McManus es quien imaginó «Dr. Death», la serie sobre el médico asesino Christopher Duntsch, encarnado por Joshua Jackson, y que ya puede verse en STARZPLAY. Con él hablamos en exclusiva para obtener detalles del origen de esta atrapante serie de truecrime protagonizada por Jackson, Alec Baldwin, Christian Slater, y AnnaSophia Robb.
¿Cómo surgió la idea del proyecto?
Estaba trabajando en otro show y me topé con el podcast. me atraparon los personajes, y abordando el rol central, entendí su lugar pero debía encontrar las fuerzas opuestas: los doctores, la fiscal. Eso me fascinó; con los guionistas supimos que había tres héroes para detener al villano y quisimos traerlos a la vida de la ficción.
¿Cómo encontraron el tono?
En términos de oscuridad del show había que encontrar algo de luz también. La serie se llama Dr. Death, ya sabemos cuan oscuro será todo. Pero teníamos que tomarnos seriamente la historia, entendiendo todas las partes. Sabíamos que había que inyectar luminosidad, humor, en situaciones incómodas.
¿Estaba en sus intereses contar cómo el Dr. Death entraba y salía del sistema?
Estaba en la historia desde el inicio. Necesitábamos contar también las fallas del sistema, y creo que si hubiésemos tenido más episodios podría haber explorado más esto, sobre cómo, políticamente también, este doctor siguió escapándose. Los doctores son personas buenas que ayudan, quiero aclarar esto, no son todos como el Dr. Death.
¿Cómo se enfocaron para contar determinados aspectos en la serie?
Fue fácil y difícil a la vez, porque teníamos una gran investigación, páginas y páginas de testimonios, horas y horas de grabación. Así que fue un desafío encontrar lo más importante de contar. El Dr. Death era un personaje complejo, pero nos enfocamos también en cómo el trío de héroes pudieron derribarlo. Generalmente comenzás presentando al “villano” y luego a las fuerzas que lucharan con él y acá lo revertimos. Pusimos primero a los héroes lidiando con su trabajo para llegar a derrotarlo. También quisimos explorar cómo encantaba a las víctimas para lograr sus objetivos.
¿Te reuniste con él? ¿Querías hacerlo?
Sí, y pregunté si podía hacerlo en prisión. Pero cuando comenzamos, su caso estaba en apelación y él no podía reunirse con nadie. Lo entendimos. Pero de hecho teníamos tanta información que no hacía ni falta que respondiera nada.
En un momento en donde el true crime arrasa en las audiencias, ¿por qué crees que continua impactando en el público y por qué una ficción puede ser más impactante aún que un documental?
Soy fanático del género, y creo que, por mi experiencia, hay muchos tonos para documentar. Pero cuando dramatizas estás atado a cuestiones más emocionales que en una narración. Hay, de hecho, varias versiones documentales sobre el tema, pero la narrativa es otra cosa. Creo que son como dos animales distintos, que merecen ser vistos. Pero creo que en el narrativo la gente responde más visceralmente a la propuesta.
¿Qué trabajo hicieron con Joshua? Es muy terrorífico, parece vacío de alma
Nunca habíamos trabajado juntos y ojalá podamos seguir haciéndolo para siempre. Es una persona muy buena y decente, inteligente y extraordinario, además de un gran compañero. Tratamos de encontrar el momento justo para comenzar a trabajar esa mirada que dices en la que se revela ese vacío que mencionas.
¿Siempre supieron que iban a trabajar con tanto respeto a las víctimas? ¿Tomaron alguna referencia de series o películas para construir este relato?
La meta número uno fue no tomar ventaja de las historias de las víctimas. Nos aseguramos de eso y queríamos que fuera algo que al verlo ellos mismos sintieran que les hicimos justicia, espero que así sea. Con respecto a referencias, quería que «Todos los hombres del presidente» fuera una de las guías.