Una de las preguntas que todo productor o director independiente suele preguntar en mercados o charlas es: «¿cómo hago para que mi película esté en Netflix?». Y lo cierto es que no hay una respuesta clara al respecto. Si uno revisa el listado de producciones nacionales que están para ver dentro de la plataforma, encontrará algunos tanques nacionales pero no en demasía.
Si bien la cantidad de películas por año de producción argentina que Netflix incopora suelen estar en un número poco destacado (entre diez y catorce), nadie puede negar que la elección es por demás ecléctica.
Actualmente conviven éxitos de taquilla como «Mi Obra Maestra» y «El Potro» con documentales («Lucha», «E Il Cibo Va», «Todo sobre el Asado») con premiados filmes en la vena de «Pizza Birra Faso», «XXY» (el único título con Ricardo Darín en la plataforma) y «La Historia Oficial» y cine de autor que, por lo general, pasó desapercibido al momento de estrenarse en las salas locales («Mater», «Temporada de Caza», «Una Especie de Familia»).
Dentro de este último grupo puede encontrarse el último filme de factura nacional en ser agregado a la plataforma: «El Cazador», de Marco Berger. Premiado y celebrado desde su ópera prima, «Plan B», Berger es uno de los autores más prolíficos de la última década, con siete largometrajes, y dos filmes en episodios en sólo diez años. Pero el grueso de su obra se realizó en la independencia, con sólo dos de esos siete filmes realizados dentro del sistema industrial del INCAA.
«El Cazador» se centra en Ezequiel, un joven que está solo en casa mientras sus padres están de viaje. Carga con el peso de desear a otros chicos y mantenerlo en secreto. Hasta que conoce al «Mono», un atractivo skater, que supone para él más que el deseo y la experimentación que buscaba.
La película de Berger tiene varios puntos en común con «Yo, Adolescente», filme coming of age de Lucas Santa Ana que se convirtió en la película más vista de Cine.ar de este año y que también fue recientemente incorporada a Netflix para toda Latinoamérica.
«Filme la compañía con Sombra Cine, y uno de los productores de El Cazador es Lucas Santa Ana, director de Yo Adolescente», explica Berger sobre el interés de la gran N en su película. «Según lo que sé, de El Cazador se habían vendido los derechos de distribución en todo el mundo, con excepción de Latinoamérica. En general tratamos que Latinoamérica quede afuera en los convenios que hacemos, para poder hacer algún negocio nosotros».
De esa manera, Latinoamérica quedó liberada. Aprovechando el contacto de Santa Ana en Netflix, el director de «Yo Adolescente», según Berger, les mostró dos películas: esa y “El Cazador”. «De Yo Adolescente compraron los derechos para Latinoamérica y creo que un par de países más, como Estados Unidos y Canadá. Y El Cazador también les gustó, pero como no estaban los derechos globales liberados, decidieron agarrar la parte de Latinoamérica», detalla.
Sin embargo, la película de Berger venía con un fuerte respaldo internacional tras haber sido incluida en la Competencia Internacional de la edición pasada del festival de Rotterdam. ¿Qué secreto hay detrás de la selección de una película independiente para la plataforma? «Muchos me escriben y me preguntan que porqué no están el resto de mis películas y les digo que es muy difícil, que no es algo que decida yo, depende de Netflix», explica Berger. «En este caso tiene coherencia que se hayan interesado en la película. Yo hice dos películas con el INCAA: Mariposa y esta que se nota y se ve que es una película más grande. Se ve en la factura técnica que es más grande que mis películas anteriores. Y después supongo que porque les gustó».
Este es el trailer de «El Cazador», filme que ya se encuentra disponible en Netflix: