«El perfecto David»: sus protagonistas revelan detalles de la propuesta

Tras presentarse en Tribeca, llega a salas locales el debut en la realización cinematográfica de Felipe Gómez Aparicio

El debut en la realización cinematográfica de Felipe Gómez Aparicio, «El perfecto David», trae una potente mirada sobre el universo del deporte de competencia a partir del detalle de cómo un joven (Mauricio Di Yorio) y su madre (Umbra Colombo), mantienen una complicada relación en términos de mandatos y deseos.

Oscura, cruel, deshumana, la película avanza en espacios en los que hasta el momento el cine nacional no había buscado narrar vínculos tan sombríos. Haciendo Cine dialogó con Antonella Ferrari y Mauricio Di Yorio, los coprotagonistas del filme, para saber más detalles de la historia.

¿Sensaciones que finalmente la película se ve en Argentina?

Antonella Ferrari: Para mí,  la película es un poema, que cuenta mucho con muy poco. Y poder verla tras la pandemia es buenísimo para poder ver el trabajo del director, de los compañeros, y compartir con los demás lo que hiciste.

Mauricio Di Yorio: Después de la pandemia, y para mí que fue mi primera experiencia en el cine, es espectacular. Que se pueda ver en mi pueblo es una locura.

¿Volvieron al cine post pandemia?

Mauricio Di Yorio: A mí me encanta y desde que se pudo volver fui casi todos los fines de semana

Antonella Ferrari: Sí, y descubrí el cine Premium y me gusta por la distancia y empecé a ver películas de amigos, y es siempre una alegría. Es una fiesta ir al cine.

¿Cómo trabajaron para lograr el vínculo de sus personajes?

Antonella Ferrari: Nos conocimos en el casting, y eso estuvo bueno. Todos nos conocimos ahí. Hubo mucho compañerismo y lo banqué mucho a Mauricio, porque su personaje (y por lo tanto él) tenía una gran demanda física, de lo que comía, de lo que hacía, las horas que dormía. Fue un gran aprendizaje para mí ver el proceso. La confianza, el respeto, y en las escenas de pareja charlar un rato antes.

Mauricio Di Yorio: El grupo de chicos que filmamos nos llevamos muy bien.

Estas el 99 por ciento de las escenas, ¿te daba miedo exponerte?

Me daba miedo estar con las cámaras en un mundo completamente nuevo para mí. Pero cuando empezó a pasar el tiempo y las horas de rodaje, fue saliendo todo bien.

La película habla de las exigencias del afuera, de los mandatos. ¿Cómo viven ustedes la presión externa?

Antonella Ferrari: Creo que es aprendizaje, a medida que uno crece la presión esta siempre porque vivimos en una cultura donde la imagen es todo, en las redes, en la vida, en el trabajo. Pero empezás a negociar entre lo importante, tu salud física y qué querés que refleje hacia el afuera tu vida. La película te pone a pensar en eso y en qué tan lejos podemos llegar para satisfacer nuestra idea de qué queremos ser para los demás, pero al final del día estamos preocupados tanto con uno mismo que a nadie le importa.

Mauricio Di Yorio: Siempre me presioné en cuanto a lo físico por un tema mío. De chiquito era medio gordito y me presioné para llegar a ser lo mejor, física y estéticamente, que pudiera ser. Además del hecho que me gusta entrenar, es más una presión conmigo que otra cosa.

Para la película tuviste que redoblar tu entrenamiento y a la vez actuar. ¿Fue difícil?

Mauricio Di Yorio: Me exigí un poco más de lo normal. Siempre entrené y comí bien, pero acá tenía el rodaje, mi entrenamiento. Fue un poco complicado pero nada es imposible.

Venís del trabajo en la tele. ¿Te gusta más que otro alguno de los soportes?

Antonella Ferrari: Me gusta el cine porque tenés una sensación de familia con la que trabajas, en la tele la idea de hacer siempre algo distinto, teatro no hice y me muero de miedo.

¿Y vos, Mauricio? ¿Tenés ganas de seguir en el universo del cine y la actuación? ¿Habías hecho algo antes?

Mauricio Di Yorio: No hice nada, pero me encantaría, si se dan las oportunidades. Me encantaría, fue un mundo nuevo para mí y me encantó. Descubrí que podía actuar, que era lo último que pensaba que podía hacer.

¿Nunca soñaste con ser actor?

Mauricio Di Yorio: Nunca, y como soy de Cardales, un pueblo chico, un mundo alejado de donde se mueven los actores y el cine, nunca me imaginé hacer algo protagónico. Sentí que podía actuar y no se me hacía tan difícil. Tal vez porque este personaje es, dentro de todo, parecido a mí. Pero descubrir que podía actuar y que no me daba tanta vergüenza fue bastante copado.

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