Carlos Cabral nació en República Dominicana y siempre supo que quería hacer películas animadas. Persiguiendo su sueño, y tras años de mucho trabajo y estudios consiguió concretar ese horizonte, llegando a Walt Disney Animation Studios para la película El planeta del tesoro y desde ese momento nunca más detuvo su ascendente carrera con la fuerza de lo latino en Hollywood.
Esta semana presenta en cines seleccionados y Disney+ Premiere Access, Raya y el último dragón, su última producción y Haciendo Cine dialogó con el artista para conocer más detalles de la propuesta.
Venís hace tiempo trabajando y dirigiendo grandes equipos para que luego en la pantalla la animación produzca su efecto. En «Raya y el último dragón», ¿cuál fue el desafío más grande?
Usualmente los desafíos son los mismos de las películas en sí, con jornadas muy largas y difíciles. El reto más grande, en esta oportunidad, fue hacerla desde casa. Hay desafíos artísticos, porque tenemos ambición de lo que queremos realizar. Pero hacerla desde casa, con 450 miembros de equipo, de todos los departamentos, fue un reto muy grande pero también satisfactorio de haberlo logrado, con un nivel de colaboración enorme.
Una película lleva años de generación y realización, y seguramente ustedes trabajaron en Raya y el último dragón, mucho tiempo antes de la situación extraordinaria que vivimos. Pero, casualmente, la propuesta trae un mensaje de esperanza, trabajo en equipo. ¿Cómo los pensaron para la película?
La colaboración, y la confianza, estuvieron desde el principio, y dio la casualidad que comenzó a cuadrar con lo que sucedía en el mundo. La película habla de la unión y la confianza entre sí en un mundo roto, y cómo la confianza puede unirnos en un universo fracturado. Empezó con estos temas y se consolidaron a medida que la situación extraordinaria avanzó.
¿Qué tanto influyen los talentos que pondrán la voz a los personajes en su creación o en la manera en que surgen?
No es algo que pensamos, porque muchas veces los personajes ya están creados antes que intervenga el actor. A veces algunos elementos del intérprete, si estamos en desarrollo del rol, se incorporan algunos detalles, pero no es algo que siempre pasa. El proceso entero de las películas de animación es algo orgánico: muchas veces usamos aspectos del actor, otras no. Es todo inspiración artística.
Vivimos, por suerte, en un momento de empoderamiento femenino muy vívido y fuerte, y en Raya… hay personajes femeninos claves. De hecho la protagonista escapa a cánones. ¿Cómo dialogan con la agenda asociada a este punto a la hora de crear una película?
Creo que tenemos una historia de personajes femeninos fuertes, el estudio está profundamente comprometido a la diversidad e inclusión. Nuestros esfuerzos diarios, como la visión a largo plaz,o es siempre traer ese nivel de inclusión y representación. Yo trabajé en Moana también, donde quisimos que el personaje principal, femenino, también fuera fuerte. Y aquí también, Raya no sólo es una princesa, sino que es una guerrera.
En Raya y el último dragón están las dos contrincantes luchando con sus mandatos, pero hay muchos personajes secundarios que acompañan. ¿Cómo fue el proceso de creación de éstos y qué buscaban al sumarlos?
Estas películas se desarrollan a largo plazo, varios años, es un proceso de colaboración de equipo, y es bastante grande, como te mencioné, pero siempre estamos buscando ideas y reflexionando sobre la película, y todo cambia mientras la estamos haciendo. Por ejemplo, Noi era acompañante de Tong, pero luego se desarrolló más el guion y la historia y no tenía sentido que siguiera acompañándolo, entonces los directores y guionistas crearon la idea de separarlos. Esto no estaba originalmente, y se sumó, en todas las películas tenemos la base del personaje pero el guion sigue evolucionando y adaptándose, por eso casi siempre la película termina siendo otra cosa que la que originalmente se había imaginado, manteniendo su esencia, claro.
Este es el trailer de «Raya y el Último Dragón»: