UN3, la plataforma de contenidos de la UN3F (Universidad de 3 de Febrero) es, desde hace años, un sitio ineludible para los consumidores de producciones audiovisuales de formato más independiente: desde series web, hasta programas musicales y de entrevistas. U3 lo tiene todo.
O casi. Porque no había una oferta de largometrajes como otras plataformas de streaming locales tales como cine.ar o cont.ar
Eso parecería estar cambiando de a poco, primero con el estreno el año pasado de «Lxs Mentirosxs» (que existe como serie web y en versión largometraje) y ahora con el estreno de «Forasteras y Elefantes».
Nacida del riñón del taller de actuación del actor y director (de teatro y del largo «El Encanto», estrenada en cine.ar a mediados de año) Ezequiel Tronconi, «Forasteras y Elefantes» fue una realización colectiva en más de un sentido: artístico y de producción.
Rodada en 8 días entre Chascomús y CABA, “Forasteras y Elefantes” es una road movie que cuenta el devenir de un grupo de teatro independiente que viaja a Chascomús para llevar su obra. Al llegar se enteran que la dueña del teatro acaba de morir y que no podrán hacer la función. Deciden quedarse a pasar la noche allí, pero no les será fácil tomar algunas decisiones y se enfrentarán con antiguos y nuevos conflictos.
Haciendo Cine habló con Tronconi acerca del particular proceso que llevó a la realización de “Forasteras y Elefantes”.
¿La película la escribiste pensando en desarrollarla con tu grupo de teatro, o ya venía de antes?
La película nace en el Taller de Teatro. Un día estábamos pensando en hacer un corto y ahí aparece la idea de hacer la película. Ese mismo día, Camila Spina (que interpreta a Milagros), dice que tiene una casa en Chascomús y que podríamos ir a filmar ahí, que teníamos hospedaje y que contábamos con lindas locaciones. Entonces, a partir de ahí, lo tomé como posibilidad cierta para encarar esta road movie y empecé a pensar en un grupo de teatro como personajes. Ya que iba a movilizar un grupo de teatro, que la película se centrara en ellos.
¿Cómo se dividieron los roles técnicos entre los actores y porqué una road movie con todas las complicaciones de logística que eso conlleva?
Los roles los fuimos dividiendo en la preproducción. Yo contaba en el grupo de los alumnos con varias personas que son estudiantes de cine, y que trabajan en cine como, por ejemplo, Sebastián “Richie” Quintana; que el fue el DF de la película. Él es un alumno que conocí filmando una de mis películas y que cuando empezó a venir a mis clases surgió la idea y se copó con ser el DF porque aparte era su primera película en ese rol. Lo mismo con Mauro Zanoli, que es músico. Se sumó Luciana Abad como productora y ahí conseguimos que se sumara UN3 y Damián Moon, que tiene un rental, se asoció a la película y fue quien puso todos los equipos.
¿Qué tanto espacio hubo para la improvisación y cuanto ya venía armado en el guion?
Llegamos al rodaje con un guion escrito y que fue escrito también a partir de varias improvisaciones. Muchas cosas las había escrito yo, pero después hubo lugar para la improvisación que fui guiando tirando pautas y textos. Y así se fueron armando las escenas. Con el texto armado fuimos al rodaje, pero en el rodaje mismo, cuando ya estaba seguro que las tomas que estaban escritas estaban listas, di lugar en algunas tomas para improvisar y eso funcionó muy bien también. Había bastante improvisación en los textos, pero incluso en la puesta y en las locaciones. Fuimos a Chascomús una semana y fue muy experimental, dentro del guion y el plan de rodaje que teníamos, cómo yo hacía la puesta en escena con el DF. Y la en la elección de las locaciones hubo mucho de intuición, porque no tuvimos mucho tiempo para preparar una pre en el lugar. Entonces salimos a divertirnos y experimentar y eso es una de las cosas más ricas de la experiencia.
Es la segunda peli que estrena UN3 (y estas en las dos). ¿Cuál es la dinámica de la plataforma para programar y difundir estas propuestas? ¿Cómo lo sentís en relación a sus otros contenidos?
Es un placer para mí siempre trabajar con UN3F. Lo venía haciendo con bastantes series, y estoy involucrado en las dos películas que estrenaron. Pero a diferencia de «Lxs Mentirosxs» (que es una serie que se pasó a película), «Forasteras…» fue una propuesta que yo les hice cuando tenía ganas de filmar. Les consulté si nos podían ayudar con algo y nos dieron la pantalla, los equipos de sonido y el trabajo de subtítulos. Para mí siempre es un placer trabajar con esa plataforma, es una pantalla de la que me gusta mucho los contenidos que tienen. Me siento identificado, me encantan los actores y actrices que están en sus propuestas. Entonces, para mí, es un privilegio formar parte de sus contenidos y que siempre me den una mano con lo que yo esté haciendo.
Foto crédito: Puqui Llácer Cardona
Este es el trailer de «Forasteras y Elefantes»: