“Inmortal”: Belén Blanco se sumerge en la ciencia ficción de Fernando Spiner

22 años después de "La Sonámbula", actriz y director se reúnen en otro futuro distópico.

Tras pasar por varios festivales, el estreno en salas de «Inmortal», de Fernando Spiner («La Sonámbula», «Aballay») propone un viaje lúdico y reflexivo hacia un universo en donde la vida y la muerte, tal vez, no sean tan diferentes.

Ana llega a Buenos Aires tras la muerte de su padre. A través de su viuda descubre que un científico llamado Benedetti fue contratado por una misteriosa fundación, para la que está desarrollado un mundo paralelo que permitiría que los vivos y los muertos entren en contacto.

Protagonizada por Daniel Fanego, Patricio Contreras, Analía Couceyro y Diego Velázquez, el personaje principal, Ana, está encarnado por Belén Blanco, y con ella hablamos sobre la película y mucho más.

¿Sensaciones que finalmente llegue a las salas?

Hay ciertas películas que quizás soportan un formato de visionado acotado. Esta película en la pantalla grande es fundamental para apreciar el trabajo de sonido, de imagen. Hay mucho puesto en eso, en la post producción y eso se aprecia en el cine. Además que es un disfrute y al menos para mí el ritual del cine, lo místico de conectarte con una película, más allá de estar rodeado de personas. Pero nos atravesó una pandemia, la crisis, hay mucho atraso. Fue realmente difícil, no se sabía cuándo con exactitud íbamos a estrenar pero ahora finalmente sucedió y es lo esperado.

¿Cómo fue volver a trabajar con Fernando Spiner y en los universos distópicos que crea?

Siempre trabajar con Fernando es una suerte, la posibilidad de un trabajo muy creativo, porque él crea universos particulares en donde habitan estos personajes. Fernando te propone ir a un lugar muy particular, trabaja mucho con los actores, ensayando. Escucha mucho, más allá que lo que le propongas quede o no y siga con su idea, es un director que te da mucha libertad para trabajar.

¿Fue difícil ponerse en el cuerpo de Ana? ¿Te gusta jugar a lo que te propone jugar?

Es una responsabilidad porque es un personaje importante que atraviesa todo el relato. Había momentos que me interesaban transitar, por lo que proponía el universo, ver cómo entraba y salía. Me interesaba saber cómo transitar todo eso; la propuesta es super lúdica, tenés que imaginar lo que no está. Trabajamos mucho sobre pantallas verdes, y a la vez filmamos en el microcentro en momentos donde no había nadie. Era otro espacio muy particular.

Además eso: se rodó en un lugar que está muy vivo pero que en determinados momentos del día está completamente abandonado y desolado…

Claro, porque los espacios tienen su vida, uno los conoce en determinado momento del día, pero tienen otras atmósferas y climas. El centro cuando está vacío es precioso, fui bastantes veces. Con Fernando había hecho ya «Los siete locos», y trabajamos con un formato de XX, y acá sabes que viene una vez más de su mano y que va a hacer las cosas bien.

Estuviste acompañada por compañeros de teatro, jugando. ¿Se divirtieron en el rodaje?

Sí, ese también fue otro de los atractivos de la película y si bien las escenas estaban corridas de lo real, tuvimos que hacerlas creíbles. Ya había trabajado con actores como Patricio, Daniel, Diego; pero con otros, como Analía, no.

Repasando tu carrera cinematográfica hay algo particular que tiene que ver con que nunca te dirigió una mujer…

Sí, es verdad, es así. Nunca me lo puse a pensar, no hago mucha distinción de género porque no lo pienso así. Ni sé por qué.

Por suerte esto está cambiando y vos misma has dirigido…

Sí, a veces, otras escribo, hago cosas. Es un lugar que me encanta, me gusta más improvisar con la cámara sobre universos  que conozco. Nunca escribí un guion, lo hago de otra manera, no tengo una estructura de trabajo como los directores de cine tradicionales. Hice muchas cosas improvisadas, como un corto hermoso con Norma Pons, mientras estábamos trabajando, transmitiendo la vida del actor tras bambalinas, porque uno está mucho en camarines, por ejemplo. Después hice uno sobre mi padre, sobre el campo, de donde soy yo, otro con una chica que trabajaba con vacas.

El año termina en breve pero, ¿hay algún nuevo proyecto?

La verdad que ni idea. Está muy raro todo, voy a hacer algunas cosas, creo, pero no sé, porque puede estallar el mundo. El año fue así, por eso hablo del hoy que ya es mucho, porque la pandemia nos ubicó en el presente.

 

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