Una vez más Caja Negra es la encargada de editar un ejemplar más escrito por, tal vez, el más revolucionario de los directores de cine de todos los tiempos, John Waters, quien supo hacer de la rebeldía y disidencia una firma de autor para cada una de sus películas.
En el recientemente editado “Consejos de un sabelotodo”, a diferencia de “Carsick”, o “Mis modelos de Conducta”, también disponibles por el mismo sello, en donde la anécdota ofrecía la posibilidad de narrar su particular y ácida mirada del mundo, en este volumen se para y mira en retrospectiva su vida para acercar una suerte de consejos para nuevos cineastas que desean, de alguna manera, alcanzar el éxito.
“Nunca confié en esos directores que dicen no leer las críticas de sus películas”, o “Nunca tendrán tiempo de defecar al dirigir una película”, algunas de las máximas que dice a lo largo del imprescindible volumen.
Waters ha sabido doblegar a la industria que siempre le ha pedido determinados parámetros para lograr llevar a la pantalla grande sus ideas, pero, fiel a su estilo, nunca escuchó absolutamente ninguno de ellos.
Desde reinventar el cine con olor, a poner a una trans a besarse con una estrella heterosexual, pasando por reinventar el musical con un estilo único, a lo largo del volumen, esta figura emblemática del cine, detalla conceptos claves y simples para los nuevos realizadores.