«Nocturna», la nueva película de Gonzalo Calzada (La plegaria del vidente, Resurrección y Luciferina), marca el regreso al cine de Pepe Soriano, a quien acompañan Marilú Marini, y elenco. El thriller sobrenatural propone un particular viaje hacia la mente enferma de Ulises, un hombre al que la vida le ha dejado muchos recuerdos y un presente plagado de oscuridad y silencios.
La película gira en torno a Ulises, un hombre casi centenario al que a lo largo de una noche le toca vivir un extraño hecho que pondrá a prueba su lucidez y su cordura, mientras conversa con los fantasmas de su pasado y repasa las cuentas pendientes con la vida.
Luego de «Luciferina», una película de terror con exorcismos y posesiones demoníacas con un elenco predominantemente joven, Calzada encaró un proyecto muy personal al que le dedicó más de una década de trabajo. El producto final consta de un largometraje «Nocturna Lado A: La Noche del Hombre Grande», otro largometraje menos narrativo (Nocturna Lado B) y una novela homónima publicada por Editorial De la Fosa, que ya se encuentra a la venta en librerías y online en la web de la editorial.
“El proyecto surgió hace 14 años y fue muy complicado conseguir la financiación porque no era un tema que atraía a los productores», reconoce el director. «Durante ese tiempo trabajé el guion y lo reescribí como novela. Más adelante se me ocurrió desdoblarla en dos: una versión más narrativa y otra más poética, si se quiere. Hice el experimento para ver cómo quedaba, porque como todo transcurre durante la noche y quería ver qué pasaba con el seguimiento de las horas, con dos narradores, por un lado el objetivo y por el otro uno con el monólogo interior. Así surgió un lado A, más clásico, canónico y un lado B más experimental”, menciona Gonzalo Calzada sobre el origen del film.
Pese a que Calzada estrenó el exitoso thriller «La Plegaria del Vidente» en 2012 y «Resurrección» en 2016, la cual al momento de su estreno se convirtió en la segunda película de terror argentina más exitosa de los últimos 30 años, la financiación para un proyecto como «Nocturna» brillaba por su ausencia.
“Nos costó mucho conseguir la financiación para el proyecto. Parece que al sumarle elementos de thriller fue peor aún, una señal de cómo se excluye la problemática de los adultos mayores en el cine a menos que sea una propuesta cómica o romantizada como «Esperando la carroza» o «Elsa y Fred». Y si bien nos acompañó el INCAA, el resto del presupuesto lo cubrimos con nuestra productora yendo totalmente a riesgo, defendiendo la idea sobre lo que uno quiere contar. Después el mercado dirá. Pero el tema es interesante y necesario, son relatos que si se niegan, se le niega la posibilidad a ese grupo social, por eso es importante que esté. La película conmueve y también genera ese pensamiento. Muchos críticos de afuera nos decían que terminaban de ver la película y les daba las ganas de llamar a sus padres o abuelos”, finaliza.
ACOMPAÑANDO AL HOMBRE GRANDE
Marilú Marini es la coprotagonista de «Nocturna», como la esposa de Ulises. Marini fue galardonada este año por este papel en el prestigioso festival de género Fantaspoa. La actriz viene de celebrados roles en filmes de género como «El Eslabón Podrido» (2016) pero también en propuestas más industriales como «Los que Aman Odian» junto a Guillermo Francella y Luisana Lopilato; y más recientemente en la premiada «Los Sonámbulos», de Paula Hernández con Érica Rivas.
“Soy una persona muy curiosa y me intrigó la propuesta: esa exploración por los lugares donde pasa Ulises y su historia, que es un crepúsculo, no es negro total. Hay cosas que se adivinan que sumergen todo en algo misterioso, pero misteriosamente humano, tan carnalmente representado por Pepe, su trabajo es extraordinario. Él está completamente envuelto en su memoria, con algo que siente un profundo dolor y que no pudo expresar o manifestar, haciendo que el personaje vaya a esas honduras de él mismo, en donde aparecen presencias, cosas. Fuimos muy guiados por el guion de Gonzalo, con el deseo de quedarse en ese mundo donde lo misterioso está presente en el ser humano, eso que uno siente en uno mismo y no lo puede poner en palabras conscientes. Ese sector crepuscular es lo que me atrajo y me parece interesante de la película”, cuenta Marilú Marini sobre su acercamiento a la propuesta.
Sobre su trabajo junto a Soriano, Marini detalla: “El encuentro con Pepe fue sencillo. Creo que es una de las cualidades esenciales para el trabajo del actor, la sencillez. Fue estar frente a una persona que tiene esa identidad de actor tan carnal, porque él no es un actor de texto, con una intelectualidad, por supuesto que tiene una gran cultura, pero eso no es lo que lo mueve en la búsqueda en el trabajo. Fue un encuentro de dos artesanos que se tienen simpatía, y donde hay empatía. Trabajamos en el sentido de coordinar algunas cuestiones de escenas, viendo matices y aquello que pedía el guion. Pero no hubo trabajo de rascarse la cabeza para ver qué sucedía, sino ver el impacto de nuestros cuerpos en el guion”, agrega.