El multifacético artista mexicano Diego Luna se sube a los escenarios en España, se apresta a presentar su serie Andor en Disney+ y estrena especial de su programa Pan y Circo en Amazon Prime Video.
El tercer episodio, Discriminar en español, se llama la entrega, dialogando y cenando con Maite Rico, Carolina Elías, Jorge Volpi, José Andrés Rojo, y Gabriela Wiener, además de Jorge Drexler, Roberto Ruiz, Joaquín Sabina, Lola Pons, Martín Caparrós y Bárbara Lennie, entre otros serán parte del especial. Haciendo Cine habló con Luna para saber más de la propuesta.
¿Cómo organizas un día de tu vida con tantas cosas que haces?
No lo sé, la verdad que con mucha responsabilidad de mi parte y apoyo del equipo con el que trabajo y mucha paciencia también. Siempre he tenido ese problema en mi vida que tiendo a complicármela mucho y me gusta hacer de todo, cuando estoy actuando lo disfruto mucho, pero en mis tiempos libres tengo siempre me dan ganas de estar haciendo otras cosas. Empecé actuando hace muchos años y solo hacia eso, y de pronto me di cuenta que me quedaba mucho tiempo libre y que me interesaban muchas partes y procesos a los que los actores no están invitados normalmente, entonces empecé a producir, a seguir directores, a preocuparme y ver de dónde vienen las historias, a encontrarle gusto a hacer otras cosas. Pero también pasa algo, que el mundo ha cambiado y hoy parece que estamos en todos lados al mismo tiempo, pero tampoco es tan cierto. Siempre estoy donde el interés, en términos de reflexión y colaboración, el equipo me lleva y por suerte en esta profesión no se acaba nunca, siempre hay chances de hacer cosas nuevas y distintas, y que no siempre parezca trabajo.
¿Fue difícil lograr que Pan y Circo trascienda la frivolidad de una cena con invitados, e invite a reflexionar?
Al principio había mucho de esa pregunta, de si no terminábamos frivolizando las cosas. Yo lo dudo dramáticamente y he tratado de convencer a todo el mundo a mí alrededor de eso. Para mí la mesa es el lugar donde he discutido las cosas más importantes de mi vida, escuchando los puntos de vista más diversos, es quizás el encuentro en el que me he permitido cuestionar mi postura de forma más dramática y es un espacio que atesoro muchísimo, con quién me siento a comer, con quién me siento a cenar, para mí es muy importante, a quién invito a mi casa a compartir una cena, es importante, y en ese sentido el programa intenta emular eso, la horizontalidad que da el sentarnos a comer en una misma una mesa. Puedes estar sentado ante alguien que conoce un tema en profundidad y con una riqueza que quizás no compartes, pero en la mesa encontraras la forma de hablar de tu a tu, terminaremos haciendo todos el esfuerzo para escucharnos.
Además en un momento como éste en donde no nos escuchamos…
Creo que cada vez nos cuesta más trabajo escucharnos, cada vez más gente que grita y que grita, las redes sociales definitivamente han dejado de ser una herramienta para el entendimiento y el contraste provechoso, las cosas se terminan polarizando de una manera muy rápida, en donde en cuestión de segundos caemos en el error del ustedes contra nosotros, que es tan peligroso, la capacidad de encontrar y de valorar los matices se va perdiendo y en Pan y Circo buscamos eso, les decimos, te vamos a invitar una cena que durará tres horas y viviremos un viaje juntos, con la oportunidad de decir lo que crees que tienes que decir, pero luego escucharas y podrás decirle lo que quieras a ellas y a ellos, y ahí es donde se vuelve interesante Pan y Circo y deja de ser un monólogo y empieza a ser una conversación. A todos los invitados los investigamos profundamente porque sabemos qué queremos que digan en la mesa, pero la interacción con otros y otras detona cosas inesperadas, y ahí agradeces el formato, las tres horas, que da tiempo, porque en redes sociales no tenes el tiempo para vernos a los ojos, ni se parecerá a lo que te diga desde el anonimato que me he creado con un personaje en las redes, a quiénes leo y a quienes no, y en Pan y Circo invitamos a que nos dejen curar en esa mesa el alcance que tendrás con tus palabras, pero, sobre todo, con su escucha.
¿Soñás con una mesa de personajes históricos para Pan y Circo?
No sabría decirte quién, porque en minuto y medio me voy a arrepentir en cuanto termine la entrevista y me reprocharé por alguien que no te dije, pero sí me gustaría hacer un programa con personajes de más de cinco décadas para discutir hoy con esa perspectiva, y quizás entenderé mucho más porque yo cada vez me siento de otra era y cada vez me cuesta asimilar y entender esta realidad en la que vivimos donde pareciera que cuesta cada vez más entender el efecto de nuestras acciones en el otro, en las y los demás. Me encantaría habitar este mundo con gente que haya vivido más consecuentemente con el impacto de nuestra existencia.
¿Por qué hay que ver Pan y Circo?
Porque es sin dudas una reflexión que tiene que ver contigo, no importa dónde estés, es un formato que nos recuerda de lo que somos capaces y que la reflexión que surge en la cena de Pan y Circo te la lleves a tu cena familiar, o a tu encuentro con las personas que trabajas, que te la lleves a tu círculo y de lo que nos sabemos capaces es contagiar una reflexión, pero una reflexión que luego se convierta en solo tuya, y a través de escuchar a los otros enriquecerás tu punto de vista y te invitamos a eso.