Ayer volvió «Pennyworth» por la pantalla de Starzplay, la serie centrada en un joven Alfred, el eterno acompañante de la familia Wayne/Batman. La serie sigue a Alfred Pennyworth, ex-soldado británico de SAS de unos 20 años, que forma una empresa de seguridad en el Londres de los sesentas y va a trabajar con el joven multimillonario Thomas Wayne.
Haciendo Cine dialogó en exclusiva con Bruno Heller y Danny Cannon, creadores del show protagonizado por Jack Bannon como Alfred. Heller y Cannon tienen experiencia en el mundo de Batman: fueron los realizadores de las cinco temporadas de «Gotham», serie centrada en la juventud de Jim Gordon y sus inicios en la fuerza policial de Ciudad Gótica.
¿Cómo lograron el balance entre el universo de personajes que rondan a superhéroes (pero sin serlo ellos mismos) con la acción del programa?
Bruno Heller: Creo que lo que hicimos fue olvidar el género y pensar en los dilemas del personaje, ubicándolo en un contexto de espías, intriga, política y guerra. La historia va por ahí, el camino es claro y no nos preocupamos por si era o no aceptado en el género. Intentamos empujar sus límites y de eso sale un nuevo sabor. No sé si es “rico”, pero sí es distinto.
Generalmente una segunda temporada sirve para hacer algunos ajustes. ¿Fue este el caso?
Danny Cannon: Si hacemos una autopsia de la primera temporada, habría que sacar cosas del “cuerpo”, pero hay otras que ingresaron automáticamente en la segunda. Tratamos de mantener el set vivo, con un twist DC. En realidad fue más fácil.
¿Siempre estuvo en su mente incluir cuestiones políticas en el programa?
BH: La guerra civil es como una continuidad del conflicto interno de los personajes, un conflicto que tiene a la libertad y el encierro como clave, algo que también sucede en muchas familias, por ejemplo. En otros programas inspirados en este universo tal vez son más abstractos, pero nosotros decidimos incluirlo, esta gente en guerra, además, tienen una guerra en sí mismos.
¿Creen que la industria del cine cambió por las películas de superhéroes?
DC: Esa es una pregunta política. Creo que no es un tema de superhéroes, sino de presupuestos. Cada vez son más caras, 200 millones de dólares. Con eso podés hacer nueve películas más pequeñas, y es loco que lo diga porque trabajo para la industria, pero creo que la industria del cine se convirtió en un superhéroe, y es un riesgo.
BH: Es muy difícil hacer pequeñas películas porque las películas de superhéroes generan fantasía y los espectadores quieren más y más.