José (Daniel Hendler) es un dibujante argentino que vive en Francia junto a su mujer (Vimala Pons) y su hija. La pérdida de su trabajo, la crisis de pareja que llega con la recién nacida y el encuentro con un extraño vecino (Mevil Poupad) le harán descubrir una serie de destrezas desconocidas: cuidar a la bebé, salvar su pareja y asesinar a su vecino una y otra vez.
Así reza la sinopsis oficial de «Pequeña Flor», extraordinaria comedia negra de Santiago Mitre que adapta libremente la novela homónima de Iosi Havilio en la que se revela el costado más crudo y real de las miserias humanas.
Hablamos con Mitre y con Pons sobre el proceso de realización de esta película que llegó a las salas argentinas luego de abrir el pasado BAFICI.
Mitre dice que llegó a la novela de Havillo por placer y no porque buscara un nuevo proyecto tras la monumental «La Cordillera» (2017). “Me gusta mucho leer, y cada vez tengo más trabajo y menos tiempo. Pero leer es la actividad que más me gusta, perdón cine (risas). Pero no leo buscando material. La novela de Iosi la leí y estaban los elementos muy cinematográficos: la comedia de re enamoramiento, el suspenso. En relación a lo que le sucede al personaje, estaban los asesinatos y el fantástico, que me parecían cosas potencialmente explosivas en su combinación y muy cinematográficas. Iosi da talleres de dramaturgia y es una persona con una capacidad de conceptualización muy grande. Me iba a reunir con él por otra cosa y dos días antes leí Pequeña Flor. Cuando fui a la reunión con él no hablé de otra cosa, no de esa otra cosa por la que en teoría me estaba juntando con él, sino de Pequeña Flor. Le hice casi una entrevista y le dije que avanzáramos con eso. No es que busqué a Pequeña flor, sino que Pequeña Flor me encontró a mí, y lo mismo con Iosi”, cuenta Mitre a Haciendo Cine.
Sin embargo no todo iba a ser tan cómodo para el director de «El Estudiante». Con sus dos filmes anteriores («La Patota» y «La Cordillera») habiendo sido grandes éxitos comerciales en Francia dentro del circuito de cine de autor, la decisión de filmar en coproducción con Francia era inevitable. “Me interesaba también trabajar en la película bilingüe», admite Mitre. «Tomamos la primera decisión de adaptación de llevarla a Francia por algo del extrañamiento que le sucede al personaje y por cierta tradición francesa también. Yo no hablo francés, así que escribí el guion en español con paréntesis que decían esto es en francés. En la película pasan meses hasta que él puede entender y se empieza a comunicar, así que era difícil. El guion después lo trabajé con una traductora, y Mariano (Llinás, coguionista) sabe un poco de francés así que algunas cosas las ponía él».
Además de Daniel Hendler en el protagónico, el rol principal femenino lo compone Vimala Pons, actriz francesa de ascendencia india. «Vimala estudió español cuando era chica, hizo una película en México, y trabajó después sobre el acento», cuenta Mitre sobre el trabajo con la actriz. «Como en la historia previa ellos habían vivido en Argentina, quería que se notara eso. En esta película me tomé muchas libertades y les di libertad a los actores también. Vimala, de hecho, me traía a las escenas diálogos escritos, e incluso a veces ni me los decía y los tiraba en escena. Mi asistente es un amigo, habla francés, y era mi oreja para avisarme cuando se salían del guion. Pero yo los alentaba a que lo hicieran».
Si era un desafío para Mitre dirigir en francés, también lo era para Pons actuar en castellano. “Actuar en español fue una zona de riesgo. Me gustó mucho que los tres actores “franceses” tuviéramos un color muy fuerte y Daniel Hendler tuviera otro. Las herramientas de los actores son las palabras, y cortar esa conexión requiere un trabajo enorme», admite la actriz. Sobre su trabajo con Mitre, Pons no tiene más que palabras de admiración para con el director argentino. «Estoy muy feliz de lo que hicimos con Santiago, porque además a mí entender es un genio asombroso. La película es distinta a lo que hizo Santiago antes. Me gusta mucho cuando el chiste, la comedia, se encuentra con la violencia y la melancolía”.
Sobre su personaje, Pons elabora: “Lo que me gustaba más del personaje es el hecho que no tiene la capacidad de amar pero está enamorada de la vida. Es una persona muy intensa, y siento que está en una búsqueda filosófica mística y por eso se olvida de todo, incluso de amar también”.