¿Quién es esa chica?: Natasha Luna

Luego de actuar en varios proyectos en cine y televisión argentina, la actriz se abrió camino en México y en Estados Unidos, donde participó de nada menos que la segunda película como directora de Olivia Wilde

Armar las valijas y probar suerte en otro país no es fácil para nadie, independientemente de las ganas que tenga de abrirse camino en el mundo. Son muchos los casos de quienes lo intentan, pero de esos nombres, ¿cuántos lograron de verdad instalarse y tener una continuidad en el mundo del espectáculo en el extranjero?

Cierto es que es difícil abrirse camino en el cine y la televisión acá y en la China, pero a veces surgen nombres que de a poco tuvieron lo necesario (además de talento y empuje, dos elementos indispensables) para ir creciendo en las mecas del audiovisual.

De a poco, Natasha Luna va convirtiéndose en uno de esos nombres: tras participar en la película de terror «Naturaleza Muerta», de Gabriel Grieco (estrenada en 2015) y de participar en algunas ficciones televisivas nacionales, la actriz partió hacia México donde las puertas fueron abriéndose de a poco pero de manera ininterrumpida.

Hoy, en el medio de la pademia, cruzó la frontera y protagonizó el corto «What we Find in the Night» en Los Ángeles y fue parte de elenco de «Don´t Worry Darling», la segunda película de la talentosísima (y amada por nosotros) Olivia Wilde, con quien además compartió escena (y con Chris Pine, de «Wonder Woman» y «Star Trek»; y con Harry Styles, de la exitosa banda One Direction y que debutó como actor nada menos que con Christopher Nolan en «Dunkerke»).

En Hollywood debutaste como protagonista del corto «What we Find in the Night», que rodaron ni bien se habilitaron los protocolos. ¿Cómo fue esa experiencia?

Rodamos en septiembre y recién a partir de julio se habían abierto los rodajes en Los Ángeles, con muchísimas condiciones y restricciones. Fueron habilitando muy de a poquito. Nosotros grabamos con todas las normas del Sindicato. Fue una experiencia rarísima en ese momento, pero ahora uno ya se acostumbró: entre tomas con barbijos, mantener la distancia social, alcohol en gel en cantidades. Por suerte en ese proyecto no tenía tanto maquillaje. Con el largo que filmamos después sí tenía mucho maquillaje y fue un lío. Creo que el recaudo más importante fue el tener un equipo muy reducido: no llegábamos ni a quince personas en total. Fue una experiencia en la que nos fuimos acomodando.

Después de años de estar trabajando en casi una decena de series en México, ¿porqué decidiste cruzar a Estados Unidos ahora?

Viajar de Argentina a México fue un impulso. Había estado unos meses sin trabajar en Argentina y varias agencias me habían ofrecido trabajo en México. Pero el cruce de México a Estados Unidos fue mucho más meditado: tuve que tramitar una visa de trabajo, lo cual me llevó un año. La decisión fue de a poco. Hasta que no estuve viviendo en México nunca se me había cruzado por la cabeza la idea o la meta de probar suerte en Hollywood o en Los Ángeles, para nada. Era un sueño no permitido de tan lejano que me parecía. Pero estando en México estás más cerca, en especial para muchos actores del país que suelen hacer el cruce ida y vuelta seguido. Ahí me lo empecé a preguntar: ¿porqué no? Y la decisión fundamental fue que, si bien amo México y fueron todos muy generosos conmigo, había «algo» que me impedía echar raíces. No me pensaba a largo plazo ahí. Entonces me pregunté: «Bueno, ¿entonces dónde?» Y Los Ángeles fue la motivación obvia por una cuestión laboral, por la calidad de los proyectos. También California me parece un lugar increíble para vivir. Amo el calor, y con la sociedad me estoy adaptando bastante bien. Como todo en el mundo, tiene sus pro y sus contras pero por ahora sigue siendo la elección.

¿Y cómo llegaste a «Don´t Worry Darling», la nueva película de Olivia Wilde?

Llegué de la forma convencional: de la forma en la que se manejan las audiciones en Los Ángeles que son mediante las plataformas web. Hay varias páginas pero la principal es Actor´s Access. En esta cada actor tiene su perfil, con sus fotos, su material, sus reel y sus contactos y ese mismo perfil lo podés usar vos para postularte para las audiciones o lo hace tu agente o tu manager. Y después de ahí vas pasando varios procesos de selección.  Tenía un poco de miedo, porque filmábamos en el desierto, en medio de la pandemia y lo dudé. Ni siquiera me había fijado en el momento quién dirigía y después acepté y cuando entré me di cuenta: «ah, ¡pero esto es enorme!». Es un proyecto de época y fue lo primero que me motivó.

¿Cómo fue ser dirigida por Olivia, que es una estrella de Hollywood como actriz y una de las directoras nóveles más respetadas de esta década?

Mi papel es una participación chica. Pero cuando Olivia entró al set la primera jornada en la que estuve tuve que contener las lágrimas de la emoción, que no se me corriera el maquillaje. Además en este proyecto Olivia dirige y actúa, así que era mirarla con ojos de admiración todo el tiempo y ver su profesionalidad y la humanidad con la que llevaba las dos tareas. El nivel de profesionalismo y talento de todos los involucrados no se podía creer, pero ahí sí el tema del COVID era preocupante porque era un set con muchísima gente, muchísimo maquillaje que se corría cada vez que te ponías y sacabas el barbijo.

Estos últimos años estuviste años trabajando en muchísimas series en México. ¿Qué diferencia encontrás en la manera de trabajar de ellos con respecto al audiovisual en Argentina?

En México grabé literalmente para todas los canales: Televisa, TV Azteca, para Canal 11, para Grupo Imagen. Pero la verdad no vi mucha diferencia en relación a la manera de trabajar en la televisión argentina. Siento que la televisión es bastante parecida en ambos países en cuanto a la dinámica. Sí sentís la diferencia en relación a la apertura. Nunca es fácil llegar, pero en México sí fue más accesible el mercado (al menos para mí). Fue un montón de trabajo pero era muy posible entrar. En Argentina he ido mil veces a Telefé, a Canal 13 y si bien tenía los contactos, las posibilidades eran muy chicas. En México, siento que al hacer un par de castings y lograr un par de contactos, las puertas se abrían. Siento que hay más posibilidades y se abren más fácil las puertas. En México valoran mucho la dedicación. Ellos le dicen «reportarse», que es el presentarse, el darse a conocer, algo que en Argentina quizás está un poco mal visto. Allá es algo que no sólo se hace, sino que tenés que hacerlo. En cada canal hay unos días estipulados en los que podés ir a dejar tu material o, si ya lo hiciste, recordarles que estás pendiente y a la disposición. Esas puertas abiertas fue la diferencia más grande y lo que me permitió estar en varios proyectos más grandes, como la remake de «Educando a Nina».

¿Qué proyectos tenés en el futuro?

Grabé un capítulo para una serie que se llama «That Quarantine Life», que es para Estados Unidos pero lo pude grabar desde Argentina y va a estar estrenándose próximamente. Y ni bien vuelva a Los Ángeles tengo para estar en una película que transcurre en un futuro cercano y cómo lidian con los inmigrantes y refugiados.

redes sociales : @SoyNatashaLuna

 

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