El realizador cinematográfico y publicitario WHO avanza con el rodaje de «Causalidad», protagonizada por Juana Viale, Laura Novoa, Esteban Bigliardi, María Soldi, Pablo Mónaco, Camila Peralta, Gabriel Lerner y Fabián Arenillas, entre otros. Haciendo Cine pudo participar de una de las complicadas jornadas, dado que la producción, entera, se filma en tiempo real en un solo plano secuencia a lo largo de 300 metros y en diferentes locaciones.
“Viendo y analizando los thrillers en general, casi siempre el condimento tiempo es fundamental. El tiempo para hacer, el tiempo es fundamental en los thrillers. A partir de ahí imaginé que podía hacer algo en tiempo real, algo diferente a lo que uno está acostumbrado”, dice WHO.
“Yo trabajo un poco con la idea de tener una terna de actores y pude tener, por suerte a los que quería en el proyecto. Soy un apasionado y puedo trasmitir eso para que se sumen a las propuestas”, suma.
Sobre el hecho de ser una de las primeras películas en volver a filmarse con equipos grandes en medio de la pandemia, el director agrega: “Estamos muy contentos de poder estar haciendo lo que nos gusta. Eso es positivo, tenemos protocolos, pero por suerte nos adaptamos. Quiero resaltar el trabajo del equipo técnico y actores. Somos una gran familia y, a diferencia de otros rodajes, estamos todos juntos todo el tiempo”, finaliza.
LOS GUERREROS DE LA CÁMARA
Federico Rivares tiene el trabajo más complejo del rodaje: es quien opera la cámara en la película. “Es una sola toma que dura una hora y media. Hay que armar todo como una gran escena, sin posibilidad de error. Los primeros días se ensayó mucho, como una gran coreografía. A veces me olvido algunas cosas pero por suerte el director me guia”, cuenta.
Para que el rodaje fuera más ágil sin perder calidad de imagen, los técnicos trabajaron sobre la cámara. “Gracias a Bondiola -Juan Pablo Muñoz, Grip- pudimos alivianar el peso de la cámara. Cuando me llamaron, me preocupaba no poder soportar el peso de la cámara. Lo máximo que he tenido que sostener un equipo así fueron 10 minutos de un plano, pero acá es muchísimo. Es un gran desafío físico y también está el tema del encuadre, que porque tengo el buen vicio de que estén siempre bien, trato de buscar el mejor”, menciona.
Como mano derecha de Rivares se encuentra Juan Pablo “Bondiola” Muñoz, el grip. “Que sea cámara en mano implica que esté concentrado la hora cuarenta. Entrar en lo desconocido es asombroso. Con Federico hablamos para diseñar algo que soportara el peso de la cámara y pudiera ayudarlo a sentirse más cómodo. Después de tantos años de trabajo, que te propongan este desafío, que implica muchas cosas, como equiparar la luz o esconder a todo el equipo porque la cámara gira 360 grados, es increíble”, opina.
Diego Morel, asistente de dirección, es el único miembro del equipo de dirección y cámara que había pasado por una experiencia similar. Pero, admite, que si bien «había hecho un capítulo de una serie en tiempo real, esto es distinto». «Realizamos todo en 300 metros, vamos y venimos. Cada actor tiene un escondite y una trayectoria fantasma, que es estar detrás de cámara para aparecer luego de las indicaciones. Es como un relojito donde todo debe funcionar”, cuenta. “Todos los días nos llevamos el material y lo analizamos para el día siguiente. Detectamos cosas y las repasamos con WHO y con el equipo. Es una obra de teatro cada día donde filmamos cada ensayo”, agrega.
Marcelo Badui, coordinador de dirección, reconoce que el empuje del director fue fundamental para poder armar semejante equipo para la propuesta. “Este es el desafío más grande e interesante. Cuando te cuentan la propuesta, decís esto no es para hacerlo en Argentina. Necesitás una cantidad de recursos técnicos y tiempos de ensayos que no son fáciles de conseguir. Pero WHO te seduce y te envuelve y aceptás. Al poco tiempo, te das cuenta que todo es posible”.
“El plano secuencia de 90 minutos hace que pongas la luz en todas las secuencias y son casi 400 metros que tenés que estar cubierto. El desafío fue calcular faroles, cables y que nada de todo eso salga en cámara, lo que en distancias tan largas hace todo más complejo”, explica Daniel Hermo, Gaffer. «Arrancamos en hora mágica, seguramente por el tiempo que se va oscureciendo en toma y en la película y que suma. Tuvimos que intervenir todas las luces para nivelar interior y exterior y no se tenga que mover mucho el diafragma, apuntando a un 5.6, con 4 y luego utilizar la sensibilidad nativa de la cámara”, termina.
VOLVER A RODAR
“Hay alegría de volver después de tantos meses parados, pero también exigimos mucha información por protocolos, íntimamente ligada a sindicatos e INCAA para volver tranquilos”, menciona Daniel Ludueña, productor ejecutivo.
“Este proyecto es muy particular, es una coreografía de ballet con cámaras y actores y lo vamos resolviendo y mejorando en cada pasada que hacemos, estamos encaminados, por suerte. El desafío es lograr el plano secuencia, ya lo logramos en dos oportunidades, pero seguimos buscando lo óptimo”, termina.
“En 25 años de trabajar en la industria, con más de 4000 proyectos realizados, nunca imaginé vivir una experiencia como esta, hacer una película de casi dos horas en plano secuencia y tener la oportunidad de vivirlo por dentro. Soy muy amigo de WHO y no dudé en leer el guion. Al leerlo pensé que era imposible, pero conociéndolo me arriesgué a seguirlo. Ahora puedo decir que no me equivoqué y que esto será un éxito”, cuenta Binho Carvalho, supervisor de VFX y uno de los productores de la película.
Causalidad, dirigida por WHO, estrena en 2021.