Con elementos del policial negro, del drama y el suspenso, y con una fuerte carga de erotismo, Sector Vip expone y enlaza en su trama el mundo de la prostitución VIP, la corrupción y el periodismo de las operaciones y las fake news. La historia sigue a tres personajes que unirán sus destinos. Una chica que llega a la ciudad a trabajar de bailarina, un empresario de RRPP que se transforma en su manager; y un periodista en descenso que busca la noticia que lo catapulte. Los tres confluyen en el Sector Vip, donde conviven la trata de personas, las fake news y las transgresiones del poder.
Eduardo Pinto, sobre guion de Rodolfo Cela dirige esta drama policial protagonizada por Martina Krasinsky, Luis Machín, Joaquín Berthold y Ana Celentano, entre otros, desnudando el detrás de escena de la noche y la construcción de noticias.
Haciendo Cine dialogó con Pinto, Machín y Berthold para saber más detalles de una propuesta que se estrenó ayer y que repetirá el sábado a las 20 por CINEAR TV y que estará disponible una semana para ver en CINEAR PLAY.
Sobre las influencias que tuvo en cuenta a la hora de encarar esta propuesta, el director analiza: “Yo soy de la generación del cine que resurgió en la democracia, del cine de Adolfo Aristarain, de Juan Carlos Desanzo, del cine de Abel Ferrara. Películas donde hay algo de erótico, oscuro, podrido, todos en la noche, en las drogas, ese sector VIP que aglutina a todos. Cuando la empezamos a filmar, pensamos en ese erotismo sucio, y recuerdo que en los noventa era eso: entrar al VIP estaba reservado para los que tenían dinero, pertenencia, los que estaban en los medios. Eso me pareció atractivo para contar”, cuenta Pinto.
”El nexo entre los personajes es la necesidad de éxito, que tienen Santos (Machín) y que tiene Giny (Krasinsky). Hay cosas que no se pueden hacer para llegar al éxito, y está bueno que, de alguna forma, los que estamos en los medios no terminemos cediendo o haciendo cosas que no corresponden. Lo de las fake news está mal, no se puede mentir, no es normal, no se somete a nadie a nada. La habilidad de Cela como guionista fue unir las dos problemáticas, la de la trata de personas y las fake news”, suma.
Para el fallecido guionista, el guion había sido un proyecto muy querido. Luis Machín lo recuerda: “Rodolfo Cela había escrito el guion con mucho anhelo que se haga, pero hubo muchas idas y venidas. Ahora finalmente se pudo hacer, y con Eduardo sabíamos que había que traerlo más hacia esta época, pero sabiendo que el periodismo en los noventa se espectacularizó, con distintos exponentes, afirmándose una forma de periodismo asociada a lo espectacular, a lo descarado y descarnado. Creo que eso nos acompaña hasta estos días”.
Como la figura más oscura del trío protagónico se encuentra Joaquin Berthold, quien destaca el clima de denuncia que logra el film. «Cada un segundo en este mundo muere una mujer en manos de un femicida, y hay mucho que hacer. El cine, en ese sentido, cuando se transforma en comunicador, combinando el arte, con el mensaje y la reflexión, es lo más rico de una película. Sector VIP es eso, viene a poner en jaque muchas situaciones que vive una parte de la sociedad, tanto por la corrupción, como la manipulación, con esta búsqueda de corromper al otro para buscar su propio beneficio. Con respecto a la violencia con respecto a la mujer nos toca armar equipo, generar mucha confianza. Con Martina trabajamos mucho para las escenas, para que ella y yo nos sintiéramos cómodos con lo que estábamos haciendo, con contención del equipo y el director, Eduardo Pinto, para contar con la mayor verdad posible sin que nadie saliera lastimado. Hay veces que no hay tantos recursos, pero todos estamos con la remera puesta. Eso es el plus de nuestro cine. Los que hacemos cine sabemos que hay que ponérsela para hacer cine en Argentina, y desde el día uno lo hicimos para contar un relato tan crudo como es esta película».
Sobre la cuestión, Luis Machín agrega: “La película tiene condimentos muy actuales con los que uno puede sentirse identificado. Te arrincona para tomar partido y también para que se reflexione y creo que eso lo cumple. Es interesante el campo de resonancia sobre lo que uno ve, y cuando el campo de la película es cercana, permiten ingresar en un pensamiento más crítico y ojalá se pueda reconocer a ciertos periodistas con sus cambios. Eso no escapa de la lógica del personaje de Martina, son unas especies de víctimas de un presente con condimentos muy perversos”, termina.
Sobre el estreno en plataformas, es Berthold quien opina: «Estamos muy contentos con el estreno. Queremos que tenga difusión. Es un momento muy difícil, tanto para realizar como para estrenar. Nos pasa lo mismo con el teatro, que están abiertos pero con un aforo muy pequeño. Es un momento difícil, porque trabajamos con el cuerpo y el virus nos viene a separar. No son cosas que podamos hacer desde casa, sino juntos y en equipo. Mientras más juntos estemos, más posibilidades tenemos que nuestro trabajo se vea. Queremos contar una historia, entretener, reflexionar, discutir, y cuanto más se vea más contentos vamos a estar».