El Teatro Nacional Cervantes volvió a la explanada de la Biblioteca Nacional de la Ciudad de Buenos Aires (Agüero 2502) con Teoría King Kong, escrita por Virginie Despentes, con traducción de Paul Preciado en versión de Alejandro Maci, y que en este caso contó, para “Porno Brujas” con la dirección de Corina Fiorillo, interpretación de Eleonora Wexler y música de Tomás Pol.
Haciendo Cine dialogó con Wexler y Fiorillo para saber más de los preparativos de una obra necesaria que invita a la reflexión en tiempos donde es necesaria la deconstrucción y el repensarnos para lograr una sociedad más justa e igualitaria.
¿Cómo llegan al proyecto?
Eleonora Wexler: Me llegó a partir del Teatro, y siempre en la propuesta, que es hermosa, la actriz convoca a una directora. Para mí, trabajar con Corina siempre es un placer, nos debemos más trabajos juntas. Ojalá la vida nos lleve este año a trabajar juntas de nuevo.
¿En la propuesta ya estaba el texto Porno Brujas o podías elegir otro?
Eleonora Wexler: Me llegó con el texto, pudiendo elegir la directora, pero no el texto.
¿Cuál era su relación con Teoría King Kong?
Corina Fiorillo: Yo había leído particularmente algunos fragmentos del libro antes que viniera el texto al Teatro, a través de una sobrina, mucho tiempo antes. Vi la puesta de Cecilia Roth dirigida por Andrea Garrote y me asombró mucho la respuesta del público, la devolución que hacen al finalizar el material, que reafirma la necesidad que se comunique este tipo de textos de una manera más masiva, menos sectaria. Creo que de ahí viene la propuesta; y en nuestro caso, además, se hará en la Biblioteca, con entrada libre y gratuita.
Eleonora Wexler: No había leído nada antes. Conocía los monólogos, porque datan de 2006. Tienen mucha vigencia. En algunas cosas hemos avanzado y en otras se ha retrocedido. Ahora leí este texto solo, no los otros. Sí vi a dos compañeras, a Andrea Bonelli, antes de la pandemia. El teatro ardía y eso que dice el texto de “hirvientes, deseantes” era el Teatro Cervantes: lleno, hasta arriba. Se sentía como un festejo, una celebración popular. Después vi el mismo texto interpretado por María Onetto, que me gustó mucho, porque además tenía una propuesta diferente. Eso ya fue en septiembre, con aforo, barbijos, pero también era una fiesta. Creo que hay algo que pasa con el texto, y tengo mucha expectativa con lo que pase en la Biblioteca con Tomás, que además de hacer la música, hizo la ambientación conmigo. Creo que el texto vibra.
¿Y cómo te sentís ahora al tener que ponerlo en escena?
Eleonora Wexler: Cada vez me voy apropiando más. Es un texto complejo, sin una trama concreta. Son reflexiones, por lo que a veces cuesta más, lo queres hacer carne. Me identifico en un 80 por ciento con las cosas.
Corina Fiorillo: La veo a Eleonora y trabajar con ella es como trabajar con arcilla. Hablando ayer con Valeria Lois, que también será parte de esto, le conté que empecé con miedo y reparo por si se lograría la cercanía. Y pasó, pese a la dificultad del material. Eleonora, en este sentido, está haciendo un gran trabajo, y la idea es que puedas venir y sentarte a conversar con nosotras.
Eleonora Wexler: Corina tiene muy claro qué hacer en cada momento, porque es mucho material, es un bodoque. Y al principio estaba agobiada, pero ella pudo organizar todo, entrando a cada bloque que consideraba importante. Ahora ya siento que estoy disfrutando.
Van a ser parte de algo histórico, que no se hizo antes, que se da ahora porque la sociedad ha comenzado a abrazar sus luchas…
Corina Fiorillo: Yo creo que antes no se hubiese escuchado de la manera con la que hoy se puede escuchar. Es un texto muy fuerte, que aún a 15 años de haberse escrito es provocador y cuestionador. De hecho Despentes no deja punto sin cuestionar, correcta o incorrectamente, porque en la visión del feminismo hay diferentes posturas. A mí me encanta una frase como orientadora de vida que es “yo soy fiel a mí”, y ella tiene eso, porque estuvo parada en lugares de riesgo. Eso me enternece: la honestidad del material, sin hipocresía intelectual.
Eleonora Wexler: Es descarnada y creo que eso la hace empática. No tiene medias tintas; te gusta o no. Pero cuando ves una honestidad brutal en el contar que genera empatía, es algo que no genera grises: va y te dice lo que es.
Corina Fiorillo: El ciclo, por cómo está diseñado, ayuda al material. Está la riqueza de comunicación con el público. Además el ciclo se repite con otras actrices. Yo recomiendo que vean a las cuatro, porque cada texto e interpretación son distintos. La estética es secundaria, pero el material es la estrella en el diseño de este ciclo.
¿Expectativas con el estreno?
Eleonora Wexler: Disfrutar, nada más ni nada menos que eso. Si yo puedo disfrutar, aunque sea un rato, soy feliz.
Corina Fiorillo: Es la clave de todo. Ya lo hablábamos en el ensayo, que ya en ese momento estaba asomando este disfrute. La veo a ella soltándose de mí, eso significa que caminamos bien hasta acá y sucede lo que tiene que suceder.