Habiendo participado en una gran cantidad de películas y series, e incluso siendo dirigida por el gran Jean Luc Godard en «Adiós al lenguaje», ahora protagoniza «The Attaché», serie de Eli Ben-David que llega a StarzPlay.
La serie de 10 capítulos se centra en Avshalom, un músico de éxito que se muda a Paris cuando su mujer, Annabelle, logra un trabajo allí. A poco de llegar se convierten en víctimas de diversos ataques terroristas, por lo que su sueño de pasar un año romántico en el extranjero no tarda en convertirse en una pesadilla
Haciendo Cine dialogó con ella para conocer más detalles de la propuesta.
¿Cómo llegas a la serie?
Respondí a un llamado de casting con un video. Eli me llamó y me preguntó si hablaba hebreo. Le dije que no, y me propuso el desafío de hacerlo. Pensé, ¿por qué no? Iba a ser un episodio por semana, y así lo hice, preparando mi hebreo y cada acción del proyecto poco a poco.
¿Qué fue lo que más te gustó de encarnar a Annabelle?
Que muchas veces es más fuerte que yo, y otras débil como yo, y otras enfrenta los mismos problemas de todos en pareja, familia, hijos, trabajo, distanciándome de mi propia vida para hacerlo. Muchas veces no estás conforme con tu propia vida, pero acá hay comedia y drama y el proceso fue interesante. Me llevó a descubrir Israel, nuevos idiomas y también explorar la cultura francesa desde otro lugar.
¿Cómo fue el trabajo en el set con Eli Ben David?
Él estaba bajo presión, claro, por estar en los dos lugares en el set. Un momento daba directivas tras cámaras y en otro momento estaba actuando. Mi misión era decirle “ahora estás conmigo, no sos el director”, y así tratábamos juntos de enfocarnos y concentrarnos.
¿Cómo fue revivir los atentados de París desde la ficción?
En la serie es algo que dispara todo el drama, y desde el guion se convertía desde eso como tornados en los personajes. De hecho Annabelle sufre ataques de pánico. La explosión interna, la relocación que deben hacer, por ahí va el programa.
Habiendo trabajado en cine y televisión, ¿qué diferencias encuentras entre los dos?
En cine, generalmente, hay más tiempo, y en esta oportunidad creo que se asemeja mucho a él. Todo es una cuestión de adaptación. La preparación antes de rodar fue grande, aún más que en una película. Hablo de procesos. Artísticamente no hay muchas diferencias, de hecho hay series que son muy parecidas a las películas en cuanto a los resultados y el compromiso artístico.
No puedo no preguntarte sobre esto. ¿Cómo fue trabajar con Jean Luc Godard?
¿Tenés alguna pregunta específica sobre eso?
No, sólo que me gustaría saber algo de la experiencia…
Fue una experiencia increíble, valoré cada minuto trabajar con él. Yo crecí con sus maravillosas películas, y fue un privilegio. Pero también fue una situación complicada en la que sabíamos que no podíamos hacer muchas preguntas, esa era la regla. Sabías cómo iba a ser todo. ¿No se podía preguntar? Ok, no lo hacíamos. Después fue puro juego, como chicos. Godard estaba atento a todo, fumando su habano. Yo disfruté cada momento, y es una parte hermosa de esta increíble carrera. Ojalá que me vuelva a llamar para su próxima producción.