La aclamada actriz Anna Torv, protagonista de éxitos como «Fringe» y «Mindhunter», encabeza el elenco de «The Newsreader», una nueva serie que devela que la verdadera historia muchas veces se escribe detrás de cámaras. Ambientada en 1986, sigue la poco convencional relación entre la apasionada presentadora de noticias Helen Norville (encarnada por Torv) y un joven y ambicioso reportero de televisión (Sam Reid), mientras cubren extraordinarios acontecimientos de la época.
Haciendo Cine dialogó en exclusiva para Argentina con Torv sobre esta serie que puede verse exclusivamente en Universal Premiere y que estrena episodios, en exclusiva, todos los lunes.
¿Cómo llegaste a tu primer gran trabajo en la industria?
Me gradué y estaba justo haciendo una obra en Kings Cross, en Sidney. Una gran obra sobre un pintor. Ese fue mi primer trabajo y lo amé, fue una gran introducción.
Hablas sobre el teatro, pero mundialmente la televisión y las series es lo que te llevaron a ser reconocida. ¿Preferís un formato o soporte más que otro?
La mayor parte de mi trabajo se hizo en televisión, y fue una suerte. Sé qué hace mucho, mucho tiempo que no hago teatro; creo que desde antes de Fringe. Me gusta la televisión, porque te permite contar mucho más una historia. Hice varios films, pero siento que son cortos, porque no llegas al nudo de los personajes. Por eso me siento cómoda contando historias en televisión.
¿Qué es lo que más te gusta de un proyecto como «The Newsreader»?
No puedo decir una sola cosa; creo que cuando te acercás a un proyecto es porque son varias las cosas que te gustan. A veces puede ser que el personaje es fantástico, o tu parte del proyecto es fantástica, a veces tiene que ver con que te gusta pasar el mejor tiempo con tus compañeros, o con los directores. A veces es todo eso junto, y a veces lo que vos amas es lo que otros odian, o no les gusta, por ejemplo. En el caso de «The Newsreader», en particular, sentí, mientras la rodábamos, que iba a ser muy buena. Había risas, frenesí en el set, todos nos gustábamos. Pero sabía que ya iba a ser algo para estar orgullosos, y luego en el estreno en Australia así fue. Ahora queremos saber cómo lo recibirán en otros países. Orgullosa, así me siento.
Tu personaje se muestra hacia afuera muy fuerte, poderosa, pero claro, llega a la casa y se desmorona, ¿Cómo fue interpretar esas dos caras, que si bien en el show se recrea el año 1986, hoy en día sigue muy vigente?
Vuelvo a tu pregunta anterior: una de las cosas que más me gusta y estoy orgullosa de The Newsreader es que tratamos que todos los aspectos técnicos, y todo lo que tienen que ver con mi personaje, recreara una época precisa, sin comentarios modernos, por llamarlos de alguna manera. Por eso trabajamos mucho, para que los espectadores vean y saquen sus conclusiones, porque si esto fuera hoy tendrías que comentar otras cosas, con ella, con la homosexualidad, con varios temas, y eso sería contar otra historia.
¿Cómo fue para vos volver a tu país a rodar este programa?
Cada tanto vuelvo, porque amo trabajar en Australia. Siempre es diferente, pero porque se trabaja, además, de una manera distinta. Actuar es lo mismo, los principales elementos son los mismos, hacer un show es lo mismo. Pero, claro, no tenemos el mismo dinero que en Hollywood y todo se tiene que hacer de manera más rápida, por el presupuesto. Entonces todo es más colaborativo, porque la industria es más pequeña, donde todos se conocen, y trabajás generalmente con la misma gente. Y eso es increíble, porque permite tener una historia y un pasado juntos.
¿Qué recuerdos tenías de la época de The Newsreader?
Yo crecí en los ochenta, así que tengo muchos recuerdos. Recuerdo esa época de una manera muy precisa: qué ropa usaba mi madre, qué usaba yo, sentarme todas las noches a ver las noticias. Esos presentadores eran estrellas. Había tres canales, así que todos veíamos lo mismo. Recuerdo el Cometa Halley, recuerdo a Lindy Chamberlain. Me acuerdo mucho de esa época.