Los domingos a las 23 horas, en SyFy, puede verse la temporada final de «The Outpost», en la que Jake Stormoen encarna al Capitán Garret Spears. Creada por Kynan Gryiffin y Jason Faller, en los 13 nuevos episodios se continuarán las historias inconclusas de la temporada anterior y poniendo fin a esta fantasía medieval con batallas, romances, una boda y hasta una coronación.
Para saber más de este gran cierre para despedir a Gallwood Outpost y a los Blackblood favoritos, Haciendo Cine dialogó con Stormoen en exclusiva para Argentina.
¿Cuál era tu relación con el fantasy antes de participar en este tipo de series?
No sé cómo llegué a ser tan afortunado. Tal vez por eso sigo trabajando con Arrowstorm Entertainment, creadores de la serie, con quienes cada tanto hacemos cosas, además que son amigos. Desde pequeño he sido muy fanático de la ciencia ficción y el fantasy, más del fantasy, con Calabozos y Dragones a la cabeza, magos, hechizos. Creo que no sólo es que me gusta, sino que amo, crecí con esto. De hecho ahora puedo también trabajar con Calabozos y Dragones, puse mi voz en videojuegos de fantasy, me sumergí en estos mundos porque no podemos vivir en ellos. Fui muy afortunado por poder seguir trabando en estos shows y espero que esto continúe, vamos a ver qué pasa.
¿Qué es lo que más te gusta de interpretar al Capitán Garret?
Garret tiene un viaje increíble: empieza de una manera y va atravesando todo y lo que creía que era verdad, se pone patas arriba una y otra vez. Eso es muy divertido para interpretar, aunque es también un desafío, no es fácil. Para un personaje que viene de un origen noble y busca hacer el bien, te pones la vestimenta y ya te da ganas de encarnarlo.
Saliendo de la serie, ¿cuándo supiste que querías ser actor?
De chico quería ser arqueólogo por Indiana Jones, y me llevó mucho tiempo entender que en el mundo real en esta profesión trabajas con pinceles y cepillos de dientes, y yo quería el trabajo de Harrison Ford, no el de Indiana Jones. Me llevó mucho tiempo entenderlo, me debatí mucho tiempo si lo hacía o no, hasta que lo hice y fue una increíble aventura.
¿Cuál fue y cómo llegaste a tu primer trabajo?
Tuve mucha suerte, fui a la Universidad en Australia, estudié dirección y cosas que tenían que ver con el “detrás de cámara”, y cuando volví a Estados Unidos, junté todos mis ahorros y me mudé a Los Ángeles. Mucha gente hace eso. Trabajé en una casa de ropa infantil y en un Apple Center, y aun con esos trabajos no tenía dinero pero podía trabajar en algunas series web. Finalmente alguien que conocía a alguien que conocía a alguien me avisó de un casting para una película de fantasía, hice el casting. No quedé pero al año me llamaron para estar en la saga de películas de Mithyca. Y así empezó todo: en películas independientes, pequeñas, con las que apenas podía pagar la renta hasta que llegué a The Outpost, diez años después. No quiero hablar mucho, pero cuando me mudé a Los Ángeles, Rob Paulson, un actor de doblaje muy famoso me dijo: “todo el que trabaja duro conseguirá una oportunidad, y tiene que ver con el reconocimiento y actuar para eso”. Muchas veces uno mismo se pone trabas, pero esa idea me quedó y la mantuve como mantra.